octubre 8, 2025

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#4 Tiempos

#Entrevista | Una pareja de científicos bien cuerdos

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Susana López Charretón y Carlos Arias Ortiz, dos de los investigadores mexicanos más importantes en las áreas de epidemiología y virología cuentan sobre su trabajo y vida familiar

Por: Mariana de Pablos

El combustible de La Orquesta.mx siempre ha sido la vitalidad de los jóvenes periodistas potosinos. Como parte de un ejercicio para dar a conocer su talento, durante las próximas semanas publicaremos entrevistas y crónicas realizadas por los alumnos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Queremos saber cuál es la visión de las chicas y chicos que, desde ya, son responsables de registrar la memoria de nuestra ciudad.

Carlos Arias Ortiz, de 65 años, es investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM en el área de biología molecular y epidemiología de virus gastrointestinales y respiratorios, con énfasis en rotavirus y astro-virus, los cuales son responsables de la muerte de aproximadamente 500 mil niñas y niños menores de dos años de edad en el mundo. Es autor de importantes artículos en revistas internacionales y ganador de diversos premios como el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales (2014), el premio Carlos J. Finlay de Microbiología UNESCO (2001) junto a su esposa Susana; y el premio Howard Hughes Medical Institute International Research Scholar 1997-2001 (1997).

Por su parte, Susana López Charretón es una exitosa viróloga mexicana que, a sus 62 años, posee los títulos de Licenciatura, Maestría y Doctorado en estudios de Investigación Biomédica Básica, con mención honorifica por parte de la UNAM en el examen de Licenciatura y de Doctorado. Es autora de múltiples publicaciones científicas; y debido a su interés por resaltar la importancia de la vacunación infantil, actualmente, en colaboración con dos investigadoras más y una dibujante, publicó un libro animado titulado “Pablo tiene sarampión”, el cual, ha sido traducido a diferentes idiomas y recientemente goza con la opción de audio. Ha sido merecedora de varios premios, entre los cuales resaltan el premio For woman in Science Loreal-UNESCO Francia (2012), la Medalla Omecihuatl Inmujeres Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México o (2012), y el premio Bienal Funsalud en Enfermedades Gastrointestinales (NADRO) Fundación Mexicana para la Salud (2002), este último en colaboración con Carlos.

Su pasión y constante interés por la ciencia fue la razón por la que la vida los reunió. Gozan de una vida juntos, en la cual, el trabajo en equipo es un aspecto de gran importancia, tanto desde el punto de vista laboral, en donde comparten sus logros y éxitos; como en el familiar, en el cual, son padres de dos hijos ya adultos: Rodrigo y Alejandra.

Debido a que se trató de una entrevista de pareja, la dinámica consistió en hacer preguntas individuales y otras de pareja, las cuales, podría contestar cualquiera de los entrevistados o complementar la respuesta del otro.  

Pregunta: ¿Cómo surgió tu interés por dedicarte a la ciencia?

Carlos: De manera… azarosa. En realidad, después de terminar la carrera quería hacer una maestría y un doctorado que me permitiera poner un laboratorio de análisis clínicos, el cual era uno de mis objetivos para ganar mucho dinero. Pero no me gustaba la idea de hacer cien análisis diarios, me parecía muy aburrido y rutinario. Yo quería diagnosticar la presencia de virus. Y en general, la idea de hacer ciencia y de responder preguntas de cosas que no se saben, me gustó mucho y me quedé haciendo ciencia.  

Susana: Es algo que ya tenía dentro de mí porque desde chiquita me ha gustado jugar con lagartijas o hacer experimentos con moscas. Como que siempre quise saber cómo funcionaban las cosas y más que nada los seres vivos.

Pregunta: ¿Quiénes o qué fue lo que te influyó/inspiró a ser quien eres ahora, en el aspecto científico?

C: Una persona que influyó mucho en mí fue mi tutor de maestría y doctorado. Es una persona muy modesta en cuanto a sus logros científicos, que son muchos; y que también posee una capacidad para detectar cuales son las preguntas clave en diferentes campos científicos. Con una honestidad particularmente sobresaliente, la cual es una de las características que se necesitan para ser científico.

Fue siempre un ejemplo a seguir para mí.

S: En realidad entre a una carrera nueva que se dedicaba justo a la investigación y ahí tuve la suerte de tener tutores buenísimos que me entusiasmaron todavía más en lo que quería hacer. Pero una imagen de algo en sí, no.

Pregunta: ¿Alguna vez, de joven, pensaste que llegarías a donde estás ahora?

C: No, la verdad no. Nunca pensé hasta donde iba a llegar. Siempre la pasé muy bien, muy contento haciendo lo que hacía y eso me bastaba. Sabía que mientras uno haga lo que le gusta, y se esfuerce por ello, siempre la recompensa llega sola, no hay que buscarla. Desafortunadamente puede haber casos en que eso no suceda, pero en general, si uno trabaja mucho, bien y de manera honesta todas las cosas caen por su propio peso. Entonces esa fue un poco mi situación: no buscar algo de manera desesperada, sino simplemente hacer las cosas bien en lo que me tocaba hacer.

S: Pues no, eso es algo que uno nunca se puede imaginar.

Pregunta: ¿Cuáles eran las metas o sueños que tenías de joven?

C: Mis metas nunca estuvieron relacionadas con lo que soy ahora. Mi aspiración solía ser tener una medalla olímpica de natación. Después, quería tener un laboratorio de análisis clínicos que me permitiera vivir bien, lo cual era idea de mi papá porque él era médico y me insistía con que esa era un área muy provechosa y buena económicamente, pero en este caso no era aspiración, sino que era lo más viable. Pero hablando de metas como tal nunca fui muy reflexivo, más bien, disfrutaba lo que tenía.  

S: Si estaba clara que me gustaba mucho la investigación y que quería dedicarme a la investigación. No quería seguir el patrón de mi generación que era casarte y tener hijitos y dedicarte toda la vida a cuidarlos. Sino que desde chica platicaba mucho con mi mamá y le decía que yo quería ser algo más, quería poder estudiar y aprender muchas cosas, quería más que solo cumplir con un rol que ya me tenían asignado.

Pregunta: Actualmente, ¿tienes algún proyecto en puerta?

C: Sí, tengo muchísimos. El proyecto que tengo en puerta junto a Susana, es crear un Centro Nacional de Virología. No hay ningún centro de investigación que exista en el país en virología. Entonces el proyecto es ese, estamos trabajando en él y afortunadamente parece que va bien. Este centro es parte de un objetivo más general: hacer que la virología en México brille mucho más de lo que brilla ahora.

S: El Centro de Virología, y mi proyecto chiquito es el libro, el cual, queremos difundir lo más que se pueda. Ya lo tenemos traducido en cinco idiomas.

Pregunta: De todos los logros que has tenido, que son muchos, ¿Cuál es el que realmente te enorgullece y ha te ha marcado en la vida?

C: Profesionalmente, es el reconocimiento de haber recibido el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2014, que es el premio más alto que otorga el gobierno Federal a los científicos.

Y a nivel personal, pero dentro de la ciencia, tiene que ver de nuevo con mis estudiantes. El poder interaccionar día a día con muchachos y ver cómo llegan al principio bastante perdidos pero que finalmente terminan siendo profesionistas y conocedores, causa una satisfacción muy importante. Saber qué puedo hacer una diferencia en los jóvenes es un gran logro.

S: El premio más grande que he recibido es el de L’Oreal en 2012, pero no es el premio en sí lo que más me enorgullece sino el hecho de darte cuenta de que puedes hacer un poco más. Porque te meten mucho la idea de que ahora eres un modelo y un ejemplo para muchas niñas que quieran hacer investigación u otras cosas.

La vida es mucho más que solo ser mamá y tener una casita.  

Pregunta: La ciencia es un área muy compleja, ¿Cómo han hecho para mantener en armonía los aspectos de su vida laboral y familiar?

C: Lo que ha ayudado mucho es el hecho de que trabajamos los dos en ciencia y además trabajamos juntos en el mismo laboratorio, entonces podemos estar todo el día en el laboratorio sin perder tiempo de interacción.

E: Ambos son muy exitosos, pero debo preguntar ¿Cómo han lidiado con los celos profesionales?

S: Es una pregunta muy importante porque la clave de todo es que somos un equipo que no compite, sino que compartimos todo como un equipo, entonces cualquier éxito de los dos es un éxito del equipo. Hemos sabido manejar muy bien el no competir entre nosotros.

C: Y trabajar en equipo ha sido también una clave muy importante de nuestro éxito. Somos dos en uno.

Pregunta: Cómo difusores de la ciencia, ¿Qué es lo que esperan por parte de las instituciones gubernamentales para la ciencia? Y ¿Qué han obtenido y que no?

S: Esperamos que nos apoyen, lo malo es que el gobierno no entiende muy bien para qué es la ciencia entonces no es una prioridad de su presupuesto, entonces toda la ciencia sufre muchísimo de recortes, o cada vez que hay un problema económico lo más fácil es bajar el presupuesto de la ciencia. Hay muy poco apoyo, nos gustaría que hubiera más apoyo.

Pregunta: ¿Cómo promoverían la ciencia para que fuera algo por lo que más jóvenes se interesan?  ¿O para que la creencia de que la ciencia es únicamente para un grupo determinado fuera erradicada?

S: Lo que hacemos es que damos pláticas y junto a cadenas de investigación se dan conferencias, hay ferias de la ciencia, clubes de astronomía para ir a ver las estrellas. Y nosotros tenemos una red de virología con videos en YouTube, esa es la manera de hacer entender a la gente de nuestro alrededor que todo lo que existe es gracias a la ciencia. La ciencia no es un lujo y eso es lo que las personas deben comprender.

C: y también difundir la idea de que los científicos somos personas perfectamente normales y que cualquiera que deseara dedicarse a la ciencia podría hacerlo.

En una palabra, o frase, ¿Cómo describirían su vida juntos?

C: Plenitud

S: Agradecimiento

De limpiar vidrios a fundar la Facultad de Ciencias Sociales de la UASLP

#4 Tiempos

Las dos mujeres de Truman. Palabras con cicuta

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Apuntes

Hay autores que escriben un solo amor con distintos nombres. Truman Capote lo hizo con los de Nancy Clutter y Holly Golightly: la muchacha asesinada y la mujer que huye. Dos rostros de la misma herida.

Nancy era todo lo que el mundo aprueba: pureza, promesa, familia. Una adolescente que hacía listas, organizaba fiestas y creía que el bien era una costumbre diaria. Holly, en cambio, era todo lo que el mundo juzga: libre, contradictoria, caprichosa, superviviente. Todo sinónimo de “libre y espontánea”.

Ambas están solas frente a una sociedad que las define, una desde la muerte y otra desde el deseo.

Yo creo que Capote estuvo enamorado de una mujer que fue las dos. Una que lo deslumbró por su bondad y lo desarmó por su caos. En Nancy encontró la integridad que él nunca tuvo; en Holly, la libertad que siempre le fue negada. Una mujer que cocinaba con delantal los domingos, pero que podía desaparecer una semana sin explicar por qué. La amaba por lo que lo salvaba y por lo que lo destruía.

En A sangre fría, Capote mira a Nancy como si aún pudiera rescatarla. La describe con ternura casi maternal, pero también con una envidia melancólica: ella no sabía lo que era la vergüenza ni el exceso. En Desayuno en Tiffany’s, en cambio, elige no salvar a Holly. La deja ir. Le permite el privilegio que Nancy nunca tuvo: seguir viva aunque nadie la entienda.

Quizá esa fue la forma en que Truman se reconcilió con su propia culpa. Escribir a la que murió como víctima y a la que se fue como promesa. Una purificada por la muerte, la otra condenada a vivir

. Entre ambas, Capote puso su propia alma: la de un niño que soñaba con el orden de Nancy y despertaba con el desorden de Holly.

No se puede amar a dos mujeres tan distintas sin romperse un poco. Pero Capote lo hizo. Amó la pureza que se deja matar y la libertad que se mata sola.

Y quizá, como tantos de nosotros, entendió demasiado tarde que una y otra eran la misma. Que la vida te puede matar por ser buena o por querer ser libre. Y que entre esas dos muertes —la literal y la simbólica— se esconde el precio de vivir como uno quiere.

Punto.

Y aquí estoy yo, leyendo a Truman y sintiendo que me contó la historia antes de que ocurriera. Porque yo también quise que Holly fuera Nancy: que se quedara, que colgara su vestido brillante y se sentara a esperar el desayuno. Pero ella eligió la noche, otro hombre, otra ciudad.

Yo sigo aquí, recogiendo los platos, preguntándome si alguna vez alguien puede amar a una mujer así sin terminar escribiendo sobre su ausencia.

Quizá eso somos los que escribimos: los que convertimos el abandono en literatura.
Los que seguimos hablando con las Holly que quisimos que fueran Nancy, aun sabiendo que la vida —como en Capote— siempre acaba a sangre fría.

Yo soy Jorge Saldaña.

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#4 Tiempos

Antonio Castro Leal, su papel por la autonomía universitaria | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

En los movimientos y propuestas por la autonomía universitaria en el país, son varios los potosinos que figuran como pioneros, algunos no muy mencionados en este proceso. Entre estas figuras encontramos a Valentín Gama y Cruz, Rafael Nieto Compeán, Manuel Nava Martínez y Antonio Castro Leal quien estaría involucrado en los dos más importantes movimientos por la autonomía universitaria, el caso potosino y el de la universidad nacional.

Antonio Castro leal, abogado de formación y literato por vocación nació en San Luis Potosí en la última década del siglo XIX, el 2 de abril de 1896 y como varios potosinos iría a la Ciudad de México a continuar sus estudios a principios del siglo XX, donde fincaría su formación intelectual en la Escuela Nacional Preparatoria adquiriendo una formación humanística que guiaría su vida profesional. Fue uno de los fundadores del proyecto conocido como Ateneo de la Juventud y la fundación de la Preparatoria Libre.

Ingresa a la Escuela Nacional de Jurisprudencia y cofundaría la Sociedad de Conferencias y Conciertos en 1916, a cuyos siete fundadores se les llamaría “los siete sabios”, junto a Vicente Lombardo Toledano, Manuel Gómez Morín, Teófilo Olea y Leyva, Jesús Moreno Baca, Alfonso Caso y Alberto Vázquez del Mercado. “Los siete sabios”, nombre que nació mas en tono de burla que de reconocimiento, se caracterizaban por ser un grupo lleno de inquietudes culturales y políticas, aficionados a la música, la literatura y cultura en general; jóvenes precoces de 19 y 20 años de edad que ya eran profesores universitarios.

El papel pionero de Valentín Gama, por la autonomía universitaria cuando asumió el rectorado de la entonces Universidad Nacional de México, ya lo hemos tratado en esta columna, pero por aquella época revolucionaria Antonio Castro Leal, figuraría entre los primeros mexicanos que impulsarían los proyectos de autonomía universitaria.

Su interés político se manifestaría en 1917, cuando con sus compañeros universitarios que integraban “los siete sabios” extendieron al Congreso de la Unión la primera solicitud de autonomía universitaria, como protesta ante la Constitución de ese año, que suprimía a la Secretaría de Educación Pública creando a cambio un Departamento Universitario que el Senado integró a la Secretaría de Gobernación; determinación que molestó a estudiantes y profesores y como parte de la protesta, Castro Leal y sus amigos de los siete sabios enviaban la solicitud de autonomía universitaria al Congreso de la Unión, de la cual nunca hubo respuesta.

Años después, Antonio Castro Leal, sería rector de la Universidad Nacional de México, siendo el segundo potosino en ocupar ese puesto y durante su rectorado se conseguiría como un gran triunfo histórico la autonomía universitaria transformándose la Universidad Nacional en Universidad Nacional Autónoma de México.

Por ese entonces la autonomía de la universidad potosina, que se considera la primera a nivel nacional en haber obtenido ese carácter con la iniciativa de Rafael Nieto, le había sido retirada y la recuperaría en parcialmente en 1935 siendo gobernador Idelfonso Turrubiartes. La completa autonomía y formación estructural académica de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la lograría el Dr. Manuel Nava con el apoyo del gobernador Ismael Salas en la década de los cincuenta del siglo XX, como apuntamos en la entrega anterior de esta columna. En este movimiento académico en San Luis, estaría participando de manera indirecta también Antonio Castro Leal como miembro de la Academia Potosina de Ciencias y Artes que impulsó el movimiento renovador de alta cultura que incidió en la moderna formación de la UASLP.

Antonio Castro Leal obtuvo los grados de licenciado y doctor en derecho por la UNAM y doctor en filosofía por la Universidad Georgetown en Washington, Estados Unidos. Durante algún tiempo se dedicó a la docencia como actividad principal dictando cátedra de literatura en la Escuela de Altos Estudios, en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, también impartió la cátedra de derecho internacional en la Escuela Nacional de Jurisprudencia.

Su papel en las instituciones educativas y culturales mexicanas fue muy importante teniendo un destacado papel protagónico, entre ellas la dirección del Instituto Nacional de Bellas Artes, entre muchas otras.

Su actividad literaria, otra de sus pasiones, la inicia en 1914 distinguiéndose como escritor, ensayista y crítico de las letras mexicanas. Escribió poesía usando el pseudónimo de “Miguel Potosí”. Castro Leal es uno de los muchos potosinos que escribieron su historia en el mundo de las letras y que figura como un protagonista por la autonomía universitaria en el país.

Antonio Castro Leal murió en la Ciudad de México el 7 de enero de 1981.

También lee: Manuel Nava, médico, humanista impulsor de la autonomía universitaria | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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#4 Tiempos

Siempre Autónoma… ¿o hasta la victoria siempre?

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APUNTES

 

Así “sin querer queriendo” me encontré una película que para mí es fabulosa: “13 días”. John Efe, era encantador… Fidel, un hombre que jamás se hincó ante el “imperio” mmmm… ¿De qué lado están ustedes? ¿“Team Fidel, que no se rinde pero tampoco se alinea”, o “Team John”?

La UASLP es como la Cuba de Fidel: No, ¿cómo cree presidente? Nosotros no tenemos nada en su contra, pero pues la hermana República de Rusia nos regaló unos misiles… ¿Qué haría usted?

Presidente… nuestra patria es autónoma, libre, independiente… no se meta, pero queremos el mismo derecho que usted a meternos en lo que nos dé la gana y golpearlo a contentillo… métase cuando a nosotros nos convenga… es nuestro derecho y hasta deber.

Presidente: vamos a lanzar nuestros misiles, pero no queremos hacerles daño… solo que usted nos hace daño y nos comportamos IGUAL que usted.

¿Autonomía? Claro. Que hermosa palabra. Caperucita pudo ser la más puta con el lobo, pero… fue decisión de ella (muy autónoma) señalar a quien ella consideró culpable… y mataron al lobo.

Deme una salida, presidente…

— Ok.

Eres a partir de hoy, autónomo. Pero bloqueado. Aceptas lo que te diga, pero dirás que no aceptaste. Hablo yo. No tú

… y te tienes que agachar, aunque tú tengas los misiles.

—Ganamos.

Hasta la próxima.

Yo soy Jorge Saldaña

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Opinión

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