noviembre 18, 2025

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En dos años, edificio construido por la UASLP presentó desperfectos millonarios

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La torre Pedregal, inaugurada en 2020 con un valor de 80 millones, hoy requiere de 22.5% más de su costo original solo para hacerla funcional

Por: Ana G Silva

El 28 de abril de 2020, Juan Manuel Carreras López, ex gobernador del estado, y Manuel Fermín Villar Rubio, ex rector de la Universidad Autónoma de San Luis (UASLP), inauguraron la torre de la Facultad de Ciencias en el Campus Pedregal, que tuvo una inversión de 80 millones de pesos. No obstante, desde los primeros meses presentó grietas y fallas, además después de la revisiones hechas al inmueble que debido a los temblores durante este mes de septiembre el inmueble tras los sismos registrados en el mes de septiembre pasado el edificio fue recatalogado de un espacio con bajo riesgo a riesgo moderado, por ello el rector Alejandro Zermeño decretó su cierre total y anunció que reparar las fallas 18 millones de pesos, un 22.5% de su valor original. Esto a pesar de que hace meses La Orquesta advirtió sobre el peligro que representaba para la comunidad universitaria

El edificio presentó sus primeros desperfectos en menos de un año, esto a pesar de que nunca fue utilizado al 100% de su capacidad, esto debido a que un mes antes de su inauguración todos los niveles educativos suspendieron clases presenciales resultado del confinamiento por el covid-19.

El 30 de enero de 2020, poco antes de su apertura, se registraron vientos de hasta 70 km/h, que provocaron que en el edificio hubiera desprendimiento de los cristales. Se argumentó que esto se debió a que algunas ventanas estaban abiertas. En redes sociales, alumnos y docentes difundieron videos de los daños. Para mayo de ese año se anunció que la torre presentaba grandes grietas y la falta de calidad en la obra obligó a ordenar un proceso de investigación.

La Orquesta presentó una entrevista el 27 de abril de 2022 con Aurelia de la O Flores, directora de comunicación social de la universidad, en ella comentó que en julio de 2021 se realizó un peritaje por parte de Protección Civil Municipal; en el que se consideró que el sitio era seguro, pero se llegó a conclusión de que no fue el más completo.

De la O Flores detalló que se buscó a otras empresas especializadas para realizar el estudio técnico, lo que les llevó tres meses y cuyas investigaciones iniciaron en diciembre del 2021 y que entregaron resultados el 22 de abril de 2022, donde se había mencionado que el edificio no corría el riesgo de caer, sin embargo, no se debía exceder cierto peso, es decir el 30% de su capacidad, pues aún faltaba un estudio de suelo por lo que la UASLP contrató a otra empresa. En ese momento, los alumnos no llevaban clases en la torre, sino en el antiguo edificio del Instituto de Física, por lo que solo estaba activa la biblioteca y algunos laboratorios de la torre.

Ese mismo 27 de abril, La Orquesta acudió al edificio para verificar las condiciones y recopilar algunas reacciones de alumnos, quienes confirmaron que en la torre no se dan clases, aunque los cubículos, área de investigadores y la biblioteca estaban en funcionamiento. Uno de ellos comentó que lo que le causaba miedo es que “el aire lo pueda tirar y la biblioteca está hasta el piso 12”. Otro de ellos también coincidió que “sí da miedo que se caiga de la nada”, por lo que prefiere no permanecer mucho tiempo en la biblioteca y “sacar los libros prestados”.

Tras el sismo que se reportó en Michoacán este lunes 19 de septiembre, y que se sintió en algunas partes de San Luis Potosí, los alumnos de este campus fueron desalojados para evitar riesgos, lo que provocó que nuevamente señalaran las condiciones en las que se encuentran las más de mil 500 personas que acuden a él.

A través de la red social Facebook, el usuario Sergio Alberto de León, alumno de la facultad, describió que el edificio siempre ha sido un tema de controversia entre el estudiantado y los docentes, ya que su altura y ubicación sobre terreno irregular ha impedido su uso en algunos espacios y nada se ha hecho para remediarlo.

Jorge Alberto Pérez González, secretario académico e ingeniero civil de la UASLP, comentó el 21 de septiembre que la Contraloría Interna de la Universidad lleva a cabo una investigación para determinar por qué se han suscitado las fallas en dicho edificio que fue edificado por el propio Departamento de Construcción de la máxima casa de estudios del estado:

“Finalmente quien construyó el edificio fue nuestro propio Departamento de Construcción y la Contraloría Interna es la que realiza la investigación para determinar qué fue lo que sucedió con el proceso de esta obra, esto por petición del rector Alejandro Zermeño”, apuntó el funcionario universitario.

El secretario académico dijo que la última evaluación de una firma especialista en ingeniería estructural, externa a la universidad y cuyos resultados fueron entregados en agosto, recomendó realizar una serie de intervenciones de reforzamiento en algunos sitios del edificio, además de utilizarlo con un máximo del 30% de su capacidad, aunque el riesgo de colapsar era bajo.

En cuanto al peritaje realizado luego del sismo del pasado 19 de septiembre, Pérez González detalló que el personal especializado por parte de la Facultad de Ingeniería acudió a la Facultad de Ciencias para hacer una inspección visual preliminar, junto con el Departamento de Protección Civil de la propia universidad, donde se determinó que no había daños. Apuntó que al día siguiente el personal de Protección Civil Municipal también realizó una inspección exhaustiva, y corroboraron lo dicho por las autoridades de la UASLP.

Luego del terremoto del 22 de septiembre que también se sintió en el estado, Alejandro Zermeño ordenó el cierre total del edificio Pedregal para evitar daños en la integridad de los alumnos, docentes y trabajadores, luego de que se determinó, el edificio pasó de ser considerado como de bajo a moderado riesgo; además, reconoció que es importante hacer una rehabilitación completa de la torre.

El rector dijo que las investigaciones de parte de la Contraloría Interna de la UASLP continúan, y se podría llegar a tener denuncias si se determina que hubo irregularidades en el destino del presupuesto para este edificio.

Alejandro Zermeño informó, ante el Consejo Directivo Universitario, que el refuerzo del torre de la Facultad de Ciencias tendrá un costo de 18 millones de pesos, lo que representa el 22.5% del valor de construcción. Explicó que la primera etapa incluirá la remodelación de pisos, escaleras, además de un refuerzo estructural, por lo que se tendrá que mantener desocupado el recinto. La segunda parte será de la parte exterior del edificio.

El 30 de septiembre, la diputada Lidia Nallely Vargas Hernández, vicepresidenta de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología del Congreso del Estado, hizo un llamado para que se lleve a cabo una revisión de los constructores y estos asuman su responsabilidad. Comentó que no se puede permitir que los responsables de las obras salgan impunes, por lo que se revisará y trabajará de la mano con las autoridades involucradas para verificar este tipo de hechos.

La construcción de la torre fue coordinada desde la gestión de Villar Rubio, que estuvo al frente de la UASLP durante el periodo 2012-2020. El edificio comprende 12 niveles, con una construcción mayor a 13 mil metros cuadrados. Las instalaciones tienen cinco aulas, 32 laboratorios, 94 cubículos para docentes, dos espacios administrativos, dos salas de juntas, diversas áreas de trabajo y cómputo, biblioteca, cafetería, explanadas y un auditorio con capacidad para 120 personas.

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La IA, periodismo, y la coartada perfecta. Apuntes de Jorge Saldaña.

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riesgos de legislar sobre IA

““Vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito”

Por: Jorge Saldaña

Hay épocas en las que la tecnología acelera más rápido que la ley en una carrera en pista sinuosa, de esas con curvas tan cerradas que hasta el volante tiembla.

Estamos ahí. La inteligencia artificial (IA) ya es capaz de imitar una voz al grado de confundir a tu mamá, de injertar un rostro en un cuerpo ajeno con precisión perfecta, de producir un “comunicado oficial” con sellos y sintaxis idénticos a los originales. Que peligroso.

No obstante, lo que de veras me quita el sueño (y eso que soy dormilón) no es solo lo que la IA puede fabricar, sino lo que su misma sombra puede desmentir, es decir, que lo verdadero sea tirado a la basura señalándolo a la ligera como “irreal”.

Dicho en pocas palabras: sí temo a la mentira hecha con IA, pero temo más que la IA se vuelva la coartada perfecta para negar la verdad. ¿Me explico?

Pienso en un audio que exhibe una extorsión, en una foto que capta a un político con un criminal, en un contrato auténtico que documenta un desvío.

Con la reforma aprobada en San Luis Potosí (con tan solo 10 días de análisis) que tipifica el “uso indebido” de IA para provocar alarma, alterar la paz social, o dañar la imagen de un tercero, creo que nos pone a todos, pero aún más a los que nos dedicamos al periodismo, en un altísimo riesgo de que la primera reacción del involucrado no sea la responder al fondo, sino señalar al mensajero: “Eso lo creó la IA”, y entonces deberá ser el reportero, y no el delincuente exhibido, el que deberá de demostrar que su evidencia no es sintética o artificial, o se va al bote.

Invertimos la carga de la prueba: del hecho al emisor; del culpable al periodista.

No exagero: Artículo 19 ya advirtió lagunas de precisión en conceptos como “alarma pública” o “paz social” (que son ambiguos y propensos a la interpretación) y un riesgo de discrecionalidad que podría alcanzar desde la crítica política hasta la edición creativa.

Es cierto, la iniciativa del diputado Héctor Serrano, incorpora exclusiones para fines periodísticos, académicos, artísticos y de parodia “siempre que no exista dolo y se indique expresamente ese carácter”. Bien intencionado, sí. ¿Suficiente? No, porque el campo de juego queda resbaladizo y no hay árbitro judicial ni peritos especialistas en el tema.

Las modificaciones al código penal producto de la iniciativa de regulación a la IA, no define con precisión cómo demostrar el dolo, qué es alarma y, sobre todo, quién y cómo lo acredita.

Byung-Chul Han lo dijo en su libro Infocracia, (que me gusta mucho citar): “vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito.

Nuestro tiempo es el de la sospecha permanente, la duda como política de Estado.

El tema me recuerda a Orson Welles que lo anticipó en 1938 con La guerra de los mundos: una ficción radial que, contada como boletín, desató pánico.

Hoy no necesitamos actores; bastan modelos generativos, un par de clics y un algoritmo de difusión.

Imaginen —no es ciencia ficción— un boletín “verosímil” de la Sedena ordenando toque de queda; una “conferencia” de la Presidenta aceptando una invasión o un “video” de un presunto homicida de un estudiante de estomatología confesando un delito…(saben a lo que me refiero).

¿Qué tal que el homicida alega que el video que se filtró fue hecho con Inteligencia Artificial? ¿Se va a perseguir al medio que lo difundió? En una de esas, hasta el homicida sale libre…¿Ya me entiende, Culto Público a lo que me refiero, me preocupa, y me da comezón?

La IA escribe el guion; las redes, el miedo.

Ahora bien: San Luis Potosí ya legisló. ¿Hacía falta? Sí. Pero…¿Así? ¿Tenemos la suficiente fortaleza académica, experiencia profesional y capacidades para fundamentar una legislación sobre esta materia que nos va ganando la carrera? ¿No será esto un acelerón en plena curva?

El que esto escribe, aprendiz de reportero, alcanza a ver al menos tres riesgos que no podemos ignorar:

1) La coartada perfecta del poderoso.

Frente a una investigación sólida, la respuesta fácil será: “es IA”. Si la norma deja ambigüedades, el periodista puede terminar litigando su autenticidad en vez de publicar, y esto puede generar un efecto inhibidor, una autocensura preventiva por miedo a ser acusado de crear “realidades sintéticas”.

2) La puerta trasera de la censura.

Cuando “alarma social” o “paz pública” no tienen parámetros verificables, cualquier pieza incómoda puede ser encuadrada como “desestabilizadora”. Hoy se promete que no; mañana basta un fiscal con prisas o un juez con miedo o a modo.

3) La prueba imposible.

En la práctica forense, demostrar que algo no fue generado por IA requiere peritajes especializados, sellos de procedencia, cadenas de custodia digitales. No los tenemos para temas como la IA ¿Quién los hará? ¿Con qué estándares? ¿Con qué independencia? Si no definimos eso, la balanza se inclina contra el informador.

Ante ello, creo que necesitamos definiciones más concretas, cerradas y taxativas, lo mismo que una “mente culpable” o como dicen los abogados una Mens rea probada, exigir dolo específico: intención de provocar alarma…me-di-ble y no de “sensación” de la misma.

Además, si alguien alega que una pieza es sintética o fabricada, que lo acredite con peritajes de laboratorios independientes (no “peritos de parte” -que además no hay en SLP- a modo).

Los periodistas también tenemos que tener garantías reales y no meramente declarativas.

Efectivamente hay una exclusión en la iniciativa aprobada para el ejercicio del periodismo, arte, academia y sátira, sin embargo, ¿quién garantiza que opere en los hechos, cuando alguien -como dije arriba- nada más porque sienta calor le llame a los bomberos…?

No se trata de negar el dilema —que es brutal y de múltiples aristas—, sino de evitar que la cura mate al paciente. Porque, paradójicamente, la IA que nos amenaza con fabricar mundos, también puede servir para validarlos.

A ver, para Usted mi Culto Público, le comparto dos escenarios de pesadilla y uno de esperanza:

Un “Falso con consecuencias reales”: Un “comunicado” apócrifo de Protección Civil que ordene evacuar colonias. Pánico, saqueos, accidentes. Nadie herido por la IA; todos por la estampida.

Un “Verdadero desmentido como falso”: Un video auténtico que documenta un abuso policial. Los responsables gritan “deepfake”, “IA”, un juez timorato concede medidas cautelares, y el reportero enfrenta proceso. La evidencia muere antes que el delito.

Uno de esperanza: que la norma haga lo que promete: perseguir mentiras sintéticas dañinas, proteger a víctimas (como las 400 estudiantes de Zacatecas) y blindar la crítica. Se puede, si se afina y lo hacemos de forma acompañada y profesional. No a la ligera.

La delgada línea entre vigilar y castigar —permítanme el guiño— no debería cruzarse hacia castigar al que vigila. La prensa, con sus errores y excesos que a veces tenemos (no me subo al púlpito ni tiro la primera piedra), sigue siendo el semáforo en una avenida oscura: si se apaga “por seguridad”, lo que viene no es orden, sino una carambola con trágicas consecuencias.

Cierro con una imagen. La IA es el Orson Welles de nuestros tiempos: puede narrar invasiones que no existen y desmentir revoluciones que sí ocurrieron. La diferencia será si, en San Luis, ponemos reglas claras, peritos que sepan, y un principio simple grabado en piedra: a la verdad no se le pone grillete; a la mentira, sí.

Insisto, si lo hacemos bien, con profesionalismo y sin miedo, quizá esta vez la radio hablando de marcianos no provoque pánico, sino lucidez.

Mañana será el diputado de Morena Carlos Arreola (qué casualidad) el que anuncie el desarrollo inmediato de foros con ciudadanos, académicos, especialistas, periodistas, abogados y otros grupos para discutir, plantear y afinar la iniciativa aprobada. Aunque lo convoque Arreola, ni modo, me apunto.

Nota: Esta columna no fue redactada con IA, sino con MIR (Mi Ignorancia Regular).

Hasta la próxima.

Yo soy Jorge Saldaña.

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Estado anticipa monto para la UASLP en 2026: Gallardo

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El monto, que se incluirá en la Ley de Egresos, será equivalente al de este año mientras se define el convenio universitario

Por: Redacción

El gobernador Ricardo Gallardo Cardona informó que la Secretaría de Finanzas del Estado ya tomó previsiones para garantizar el recurso que corresponderá a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) en 2026, y adelantó que dicha cantidad será integrada desde ahora en la Ley de Egresos que enviará al Congreso del Estado.

Gallardo explicó que, aunque el convenio anual entre la UASLP y el Gobierno del Estado se firma hasta enero, esta vez se decidió anticipar el monto estimado para evitar desfases como los ocurridos este año, cuando los tiempos entre la firma del convenio y la aprobación del presupuesto no coincidieron y generaron presiones financieras para la institución.

El mandatario señaló que Finanzas partirá del mismo monto asignado este año

—refiriéndose a los recursos que se destinan al inicio del ejercicio— mientras la universidad y la Federación definen la cifra exacta en su próximo convenio. Con esto, precisó, los legisladores tendrán que ajustar el presupuesto para asegurar que la cantidad prevista quede protegida en la Ley de Egresos 2025, que corresponde al ejercicio fiscal del próximo año.

Gallardo afirmó que el objetivo de esta previsión es que la UASLP arranque 2026 sin complicaciones, sin necesidad de solicitar recursos prestados durante los primeros meses del año, como ha sucedido históricamente debido a la demora en la llegada del recurso federal y estatal.

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FGESLP requiere 5 mdp para echar a andar Fiscalía de Búsqueda

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María Manuela García dijo que el monto servirá para contratar personal y fortalecer prospecciones

Por: Redacción

Tras entregar su informe anual de labores ante la Comisión Primera de Justicia del Congreso del Estado, la fiscal María Manuela García Cázares reconoció que la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí enfrenta “muchos retos”, entre ellos el más urgente: transformar la actual Unidad de Desaparecidos en una Fiscalía Especializada, como lo exige la Ley General.

La fiscal destacó que todas las áreas han estado enfocadas en judicializar carpetas y atender los casos más sensibles denunciados por la ciudadanía, aunque admitió que el avance aún es insuficiente frente a la demanda existente.

En materia financiera, García Cázares confirmó que la institución solicitará una ampliación presupuestal para 2025, derivada precisamente de los costos que implica la creación de la nueva Fiscalía de Desaparecidos: más personal, más material, más prospecciones y mayor capacidad operativa.

La ampliación solicitada asciende a 5 millones de pesos como mínimo.

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