#4 Tiempos
El dueño de media Ciudad Peluche | Columna de Jorge Saldaña
Tercera Llamada
Nos guste o no, estamos condenados. El futuro político, económico y social de la ciudad esta en juego en el llamado “negocio del siglo” y no se ve por dónde podamos salvarnos los potosinos de tal destino.
No quiero ser pesimista, Culto Público, pero tampoco ingenuo o falsamente esperanzado. Le explico:
Eso que hemos llamado desde algunos medios de comunicación “El negocio del siglo” se refiere a los procesos jurídicos encaminados a que los comuneros de San Juan de Guadalupe se “asocien” (así entre comillas) con cuatro magnates del desarrollo inmobiliario, encabezados por el empresario potosino, Carlos López Medina, para urbanizar, fraccionar y vender, en una primera etapa, 2 mil 60 hectáreas ubicadas en el sur de la ciudad.
Para darnos una idea, en la extensión de las 2 mil 60 hectáreas que contempla la primera etapa del proyecto, cabría 5 veces el Parque Tangamanga.
Nada de malo tiene que los herederos de ese gran trozo de tierra social busquen asociarse con una empresa, pues además por ley no pueden vender el terreno –digamos directamente- justo por tratarse de una extensión comunal.
Si los comuneros aportan en completa libertad la posesión de sus tierras, es natural y absolutamente legal que uno o varios empresarios, tras las asambleas y protocolos previstos, se organicen para aportar el capital económico para poner en marcha el desarrollo.
Hasta ahí vamos bien. A primera vista, nada ilegal esta ocurriendo alrededor de la comunidad de San Juan de Guadalupe, pero como dicen por ahí “el diablo está en los detalles”:
A cálculos muy bondadosos, por debajo de lo esperado, un negocio como el que se fragua en nuestras narices tiene un valor aproximado de 82 mil 400 millones de pesos, va con todos los ceros: 82,400,000,000 de pesos, leyó bien.
Por un negocio de ese tamaño, a los comuneros les tocaría una parte proporcional (ni siquiera completo) de los mil 730 millones de pesos que recibirían en conjunto como compensación de su aportación, es decir, para los “socios” que aportaron el terreno les tocan casi 2 mil millones, pero para los “socios” del dinero 80 mil millones. ¿Buen negocio no?
¿Cuántas campañas políticas se pueden financiar con una ganancia de ese tamaño? ¿A cuántos alcaldes, incluido el actual, se les puede comprar para que cambien el uso de suelo en el Plan de Desarrollo Municipal? ¿Cuántas veces vale la pena pagar una vez más la deuda de 350 millones de pesos que tiene el gobierno del estado por la indemnización a los dueños del terreno que se afectó por el paso de un puente?
¿Cuántos años más este grupo de oligarquía seguirá tomando las decisiones respecto al crecimiento de la ciudad, su gobierno y su política económica? ¿Cuánto más poderosos serán después de esta transacción?
No seamos ingenuos Culto Público, tarde o temprano y nos guste o no, el negocio será concretado y el destino de los potosinos continuará en sus manos.
¿Alguien duda que fortunas de ese tamaño no han influido en gran medida en las decisiones de los gobiernos de la ciudad?
¿Alguien en su sano juicio cree que el Chato López perderá su inversión inicial de 90 millones de pesos que repartió entre algunos líderes de la comunidad?
¿Qué autoridad se le puede poner enfrente a un poder económico de ese tamaño?
¿Juan Manuel Carreras? ¿El Congreso? ¿La Procuraduría Agraria? ¿Los bomberos? ¿Superman?
Seamos honestos, el negocio inmobiliario más lucrativo que haya visto San Luis Potosí está por consolidarse, y con ello, el grupo de la oligarquía seguirá al mando de nuestro destino.
Tarde o temprano la Procuraduría Agraria tendrá que emitir la opinión jurídica que ha retrasado en dos ocasiones la celebración de la asamblea protocolaria que detonará el arranque del proyecto, solo hay que recordar que el Procurador Agrario, Felipe Aurelio Torres Torres es amigo del empresario Chato López Medina por quien se deja agasajar con bebidas y viandas. Hay fotos.
¿La autoridad municipal? Ni agreguemos nada, solo hay que preguntarse quién financió la campaña del hoy alcalde, Xavier Nava Palacios, en dónde sino en Tierra Blanca arrancó casi la mitad de la obra pública de inicio en su trienio y por qué revivió un proyecto del 2013 para realizar el estudio técnico para el cambio de uso de suelo de la comunidad.
¿Nuestros representantes en el congreso? Perdón, pero están metidos de lleno en sus episodios de drama y comedia.
Las cartas están echadas. El dueño de media Ciudad Peluche, don Camerino López, pronto será el dueño de la otra mitad.
Nada de ilegal tiene el negocio que viene, pero si mucho de inmoral e injusto en que la ciudad esté visiblemente gobernada por una camarilla al servicio de unos cuantos dueños del capital a quien permiten hacer y torcer la ley en lugar de trabajar para mejorar la calidad de vida de todos. La alcaldía pues, convertida en gestor inmobiliario de sus mecenas.
Que pena para la historia si se recuerda que los Nava, tanto Salvador como Manuel, combatieron a los caciques López, a quien hoy Xavier, el nieto, adula y les trabaja servil. Le repito… creo que estamos condenados. O casi…
CUNA DE LOCOS
Si la actual legislatura fuera una telenovela, Cuna de Locos sería un buen nombre. Entre dramas, taparse un ojo, acusaciones, inquinas, amnesias y episodios seniles se la han llevado este tiempo, todo en perjuicio… del pequeño Edgar, perdón, Edson (referencia para mayores de 30).
Si bien todas las fracciones han sido parte de la tragicomedia, los especialmente histriónicos son los diputados de Morena y los integrantes de la Junta de Coordinación Política. No se diga El Mijis, que se cuece aparte, embebido en su lucimiento personal vendiendo su cascarón de víctima social en tanta universidad y noticiero en que es contratado como fenómeno de circo, algo como “Miren va a venir el pandillerito que se hizo diputado, qué tierno” pero de resultados nada.
A ver si ya ponen orden, así como Edson se deshizo de sus asesores para mandarlos a su casa de enlace y contrató un consejero más capaz, es todavía tiempo de que los demás retomen el rumbo hacia la cordura y la decencia. Nadie quiere volver a ver los escándalos y espectáculos de la anterior legislatura. Edson tiene la capacidad y el liderazgo, le falta meter mano firme, pero sobre todo el apoyo de sus compañeros a los que a veces se les olvida que están ahí para servir a los potosinos, no para ganar batallas de ego internas.
El que de plano parece no tener remedio es el cuarta vez diputado Oscar Vera, quien aunque parecía imposible, se ha vuelto todavía más nocivo en esta legislatura. A todas va y de todo quiere sacar ventaja. Ya siéntese señor…
BEMOLES
AVISENMEEEEEE
Por ir conduciendo en carretera y no poder leer sus mensajes, al diputado Adrián Sánchez Ramiro le tomó por sorpresa ayer el retorno anticipado a la curul de Xavier Azuara Zúñiga. El episodio fue jocoso, pues Sánchez Ramiro todavía estaba inmerso en temas de primer orden legislativo cuando se enteró que Azuara hasta un comunicado había enviado ya muy de regreso en la curul. Qué modos tan feos de avisar a quien les sacó la chamba, y con creces, durante la ausencia de Azuara. Muchos en el medio y en su propio partido hubieran preferido la permanencia del suplente en San Lázaro pero ni hablar, mañana Adrián regresa a sus actividades en la oficina de Comunicación Social del gobierno capitalino. #OTRORATITOAPÁ
@jfsh007
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#4 Tiempos
Consideraciones sobre la amabilidad | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS minúsculas
Tenía Víctor Hugo, el gran escritor francés, veintisiete años de edad cuando publicó, en 1829, El último día de un condenado, novela o largo relato en el que se pone a describir los pensamientos íntimos, las agitaciones interiores y los estados de ánimo que se apoderan de un hombre que pronto -muy pronto- va a tener que morir. La justicia ha señalado ya el día y la hora en que deberá tener lugar la ejecución; todo, pues, está listo…
Pero, no: ¡no todo está listo! Puede que lo esté el cadalso, puede que lo esté el verdugo, pero este hombre todavía no está listo. ¡Aún no sabe por qué debe morir! «Soy joven, estoy sano y fuerte –gime en el calabozo-. La sangre circula libremente por mis venas; todos mis miembros obedecen a todos mis caprichos; estoy robusto de cuerpo y de mente, preparado para una larga vida. Sí, todo esto es verdad; y, sin embargo, padezco una enfermedad, una enfermedad mortal, provocada por la mano del hombre».
Afuera, en la calle, todos ríen y se gozan: el calor del sol es bueno, la vida es bella. ¡Ah, tienen razón al mostrarse tan alegres! Para ellos hay futuro. ¿Cómo no sonreír cuando a la noche sigue el día, cuando se espera vivir muchas noches y muchos días? En cambio él… ¡Quizá no haya para él ni otra noche ni otro día!
Llama la atención, sin embargo, cómo es que este hombre se da cuenta de que no le queda mucho tiempo: ¡por la amabilidad del personal penitenciario! ¿De cuándo acá se mostraban tan amables estos monstruos de indiferencia? ¿De cuando acá? «El camarero de guardia acaba de entrar en mi calabozo, se quita el gorro, me saluda, pide perdón por molestarme y me pregunta, suavizando en lo posible su voz ruda, lo que deseo para el desayuno. Me entran escalofríos. ¿Será hoy?».
Es decir, ¿será hoy cuando tenga que ser ejecutado? Tanto refinamiento, tanta delicadeza le parecen francamente sospechosos. Hasta hace poco todos le hablaban a gritos, brutalmente, pero hoy se descubren la cabeza para saludarlo y hasta ejecutan ante él respetuosas reverencias. Sí, es posible que sea hoy. El condenado, entonces, se pone a temblar. Es que no era normal, no era normal en absoluto que…
Pero las cosas se complican todavía más cuando, de pronto, la reja del calabozo se abre y aparece en el marco de la puerta una figura pequeña, de largos bigotes negros, y amable hasta la falsedad. «Sí, es hoy –piensa el condenado al ver a este individuo ejecutando todas las ceremonias de la cortesía-. El mismo director de la prisión ha venido a visitarme. Me pregunta lo que me gustaría o podría serme de utilidad; incluso hasta expresó el deseo de que no tuviera quejas de él o de sus subordinados; se interesó por mi salud y por cómo había pasado la noche. ¡Al salir me llamó señor! ¡Sí, es hoy!».
Y admírese usted: los pensamientos del condenado resultaron ser ciertos; su intuición no lo engañó. Era hoy, precisamente cuando debía morir. No se equivocaba.
¿Por qué los humanos dejamos la amabilidad y la cortesía para el último momento? Al parecer, sólo los muertos –o los que están a punto de serlo- logran conmovernos. «¡Cómo admiramos a los maestros que ya no hablan y que tienen la boca llena de tierra! –exclama el personaje único de La caída , el famoso monólogo de Albert Camus (1913-1960)-. El homenaje se les ofrece entonces con toda naturalidad, ese homenaje que, tal vez, ellos habían estado esperando que les rindiésemos durante toda su vida… Observe usted a mis vecinos, si por casualidad sobreviene un deceso en el edificio en el que usted vive. Los inquilinos dormían su vida insignificante y, de pronto, por ejemplo, muere el portero. Inmediatamente se despiertan, se agitan, se informan, se apiadan».
¡Los hombres sólo somos corteses con los muertos! He aquí lo que el Nóbel francés quiso decir. Pero no sólo lo dice él. He aquí, por ejemplo, lo que Máximo Gorki (1868-1936), el escritor ruso, escribió en su autobiografía: «¡Las misas de difuntos son las más bellas de toda la liturgia! ¡Hay en ellas ternura y piedad para los hombres! ¡Nuestros semejantes no compadecen sino a los muertos!».
Está bien, está bien, así es. Y, sin embargo –me digo-, he aquí un método para cultivar la cortesía: ver en el otro, ese que ahora está junto a mí, un condenado a muerte -¡que lo es, sólo que él no lo sabe, o lo ignora, o no quiere pensar en ello!- y tratarlo como si mañana ya no fuera a estar aquí; tratarlo, en una palabra, con las mismas atenciones que el carcelero dispensó al condenado a muerte en el relato de Víctor Hugo. ¡Ah, si nos viéramos como somos, es decir, como mortales, qué dulces seríamos en nuestras relaciones, y qué corteses!
Dice Aliosha a Lisa en Los hermanos Karamazov, la novela de Fiodor Dostoyevski (1821-1881): «Hay que tratar muy a menudo a las personas como si fueran niños, y a veces como si fueran enfermos». No está mal, no está del todo mal. ¿Con qué delicadeza no trataríamos a una persona si supiéramos que quizá hoy mismo va a morirse? ¿Y cómo estar seguros que no será hoy el día en que morirá? Por eso, más vale ser amables con él.
Otra cita más; ahora la he tomado de Sobre héroes y tumbas, la novela de Ernesto Sábato (1911-2011), el escritor argentino: «¿Sería uno tan duro con los seres humanos si se supiese la verdad que algún día se han de morir y que nada de lo que se les dijo se podrá ya rectificar?».
Todos los hombres son mortales, Juan es hombre, luego Juan es mortal. El silogismo nos sale bien; en el fondo, los hombres no somos tan ilógicos como parecemos a primera vista. Sólo que no siempre sacamos de nuestros razonamientos todas las consecuencias pertinentes al caso.
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#4 Tiempos
Se acabó el Clausura 2025 | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Llegó a su fin el torneo de la Liga MX con un nuevo campeón, el Toluca destronó al América y se sienta en la cima. Ahora es momento de hacer cuentas, de esas que sirven para alimentar la estadística.
En total, en el Clausura 2025, se jugaron 170 partidos: 153 de temporada regular y 17 de liguilla.
En la jornada 9 se dio el resultado más abultado del campeonato, un 5-0 que le propinó Toluca a Querétaro en la bombonera. En contraparte, 12 partidos terminaron con un empate a 0, incluyendo el partido de ida de la final entre América y Toluca.
El equipo más goleador fue Toluca, con 51 tantos entre torneo regular y liguilla, a diferencia de Querétaro que fue el que menos anotó con tan solo 10 en toda la fase regular.
Algunos de los récords que se rompieron en este Clausura 2025 destacan al Toluca anotando 5 goles en dos partidos, primero ante Querétaro en la jornada 9 y después frente a Necaxa en la jornada 11.
Jhon Kennedy de Pachuca logró anotar en cuatro partidos consecutivos en casa, alcanzando a Edwin Cardona en 2019.
Atlas logró una remontada 4-3 después de ir perdiendo 0-3 ante Tijuana, algo que igualó a América en 2016 ante Cruz Azul, por cierto, este partido entre Atlas y Tijuana fue uno de los dos con más anotaciones del torneo.
Para cerrar con los números, el promedio de asistencia a los partidos fue de 23,783, mientras que la mejor asistencia fue el partido entre Monterrey y San Luis, en la jornada 8, con 50,023 aficionados, esto gracias a la expectativa del debut de Sergio Ramos. Del otro lado, el partido con menos asistentes fue el Pumas vs Mazatlán con tan solo 8,845 espectadores, esto provocado por jugar al mismo tiempo que se llevaba a cabo el Super Bowl 59.
Por último, en temas financieros, se presume que el campeón del futbol mexicano recibe aproximadamente 78 millones de pesos más la clasificación a la Copa de campeones de Concacaf y un considerable aumento en los bonos de patrocinadores tanto propios como de la liga.
Se fue un torneo, y aunque todavía quedan por lo menos dos partidos más que interesan a los aficionados locales (Cruz Azul vs Vancouver y América vs LAFC), la liga llegó a su fin y por ahora vivimos la emoción del futbol de estufa, hagan sus apuestas y esperemos que el próximo torneo vuelva a emocionar.
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#4 Tiempos
Micrometría y la paz del espíritu en la Ciencia en el Bar | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
Braulio Gutiérrez Medina es un investigador del Instituto Potosino de Ciencia y Tecnología, IPICyT, que realiza trabajo de investigación en biofísica, biomateriales bionanotecnología, siendo especialista en técnicas de Microscopia óptica, que incluyen herramientas de pinzas ópticas y fluorescencia.
Sobre estos temas estará participando con una plática en La Ciencia en el Bar que ha titulado, La Micrometría y la Paz del Espíritu; sugerente título que nos remite a asuntos de medición en sistemas biológicos los cuales tienen tamaños micrométricos y nanométricos y en los que se requiere para su estudio de mediciones de microscopía con luz para muy pequeños tamaños.
La charla se llevará a cabo el jueves 29 de mayo a las ocho de la tarde noche en La Cervecería San Luis, ubicada en la Calzada de Guadalupe número 326, con entrada libre. La charla forma parte del ciclo treinta y nueve de esta serie que corresponde a diecinueve años de actividades. La Ciencia en el Bar es un programa pionero en el país y ha sido replicado en varias partes del país, generando escenarios de interacción entre la comunidad científica nacional y el gran público.
Este jueves, es una buena oportunidad para escuchar al Dr. Braulio Gutiérrez y conocer parte de su trabajo de investigación que realiza en el IPICyT. El Dr. Braulio Gutiérrez es un físico egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México en 1997 y realizó sus estudios de doctorado en Física en la Universidad de Texas en Austin, Estados Unidos en 2004 y un Posdoctorado en Biofísica en la Universidad de Stanford en 2009. Ha recibido los premios Jorge Lomnitz Adler 2018 del Instituto de Física-UNAM y Academia Mexicana de Ciencias en el 2018, y el premio George E. Brown, Jr. UC MEXUS en 2010. Cuenta con un par de patentes, entre ellas método para obtener imágenes tridimensionales usando un microscopio de campo brillante otorgado en 2021.
Con la técnica de pinzas ópticas que ha desarrollado el Dr. Braulio Gutiérrez, ha logrado entender un poco más el funcionamiento de pequeñas proteínas de las células, llamadas motores moleculares, que funcionan como mensajeros al interior de la célula.
En una entrevista que concedió el Dr. Gutiérrez detalló el desarrollo de sus pinzas ópticas: “Construimos un instrumento de pinzas ópticas, que se basa en un microscopio óptico con el cual podemos observar muestras biológicas y micropartículas. Un microscopio óptico utiliza lentes para formar una imagen amplificada de la muestra de interés. La lente más importante del microscopio es el objetivo que se encuentra inmediato a la muestra. Al microscopio le acoplamos un haz láser que hacemos pasar a través del lente objetivo, con lo cual logramos tener el láser enfocado sobre la muestra. Este láser es el que captura y manipula nano-objetos como las proteínas llamadas cinesinas”.
Por lo regular las charlas de La Ciencia en el Bar se realizan en día miércoles, en esta ocasión se realizará el jueves que es día 29 de mayo. Los esperamos este jueves a las ocho de la noche en La Cervecería San Luis y disfrutar la charla del Dr. Braulio Gutiérrez sobre Micrometría y la Paz del Espíritu.
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