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#Crónica | Iba a ser niña; la historia de un aborto

En San Luis Potosí a pesar de estar penalizado, el aborto clandestino existe. La falta de condiciones apropiadas para realizarlo es un problema de salud pública que afecta a muchas mujeres
Por: Ana G Silva
Texto ganador del primer lugar en el Premio Estatal de Periodismo 2021 dentro de la categoría de Crónica.
Este año, La Orquesta ha sido honrada con 4 galardones del Premio Estatal de Periodismo, para celebrarlo, publicaremos de nueva cuenta esos trabajos que fueron reconocidos por nuestros y nuestras colegas del medio. Esperamos que los disfruten.
En San Luis Potosí el aborto clandestino es un problema que sigue matando mujeres. La estadística muestra que realizarse este procedimiento en esas condiciones tiene entre 100 y 500 por ciento más posibilidades de terminar con la muerte de la persona a la que se le practica. La razón por la cual se oculta el tema es porque las mujeres que deciden abortar sufren desigualdades estructurales que hacen que no tengan acceso a los derechos humanos.
En el estado, no se garantiza el derecho a abortar, sino que se penaliza y criminaliza: Se les penaliza porque está prohibido abortar, pueden ir a dar a la cárcel; y las criminalizan porque se habla de la construcción social del criminal, son estereotipos, la mujer es una delincuente, mala madre o asesina.
Actualmente en San Luis Potosí el aborto es considerado un delito penal en cualquier momento de la preñez. De acuerdo con el Código Penal del estado, con penas que van de uno a tres años de prisión, además de una sanción de 20 a 60 días de salario mínimo, sin embargo, seguirá corriendo como siempre ha ocurrido. Esta es solo una de esas historias.
(Los nombres de los involucrados fueron cambiados para proteger su identidad)
VIERNES
Una noche del viernes recibí una llamada, era Emily, me había dicho que iría al ginecólogo porque tenía un atraso de varios meses, se escuchaba angustiada. Tenía 4 meses de embarazo.
Ella mencionó que meses antes tuvo relaciones sexuales sin protección, tomó una pastilla de emergencia; sin embargo, por su pánico al día siguiente consumió una segunda dosis, lo que la hizo pensar que la cantidad del medicamento y las hormonas que este provoca, generó su atraso como “una especie de efecto secundario”.
Emily me dijo que no tenía idea de su embarazo por esta situación, además jamás tuvo algún síntoma como mareos, náuseas o antojos, incluso solía a hacer ejercicio de vez en cuando, tampoco se preocupó porque anteriormente tuvo retrasos en su regla y no sintió algún cambio notable en su cuerpo, pero le comenzaba a preocupar que sucediera algo mal con ella por las pastillas, lo primero que pensó es que podía llegar a tener quistes.“¿Qué vas a hacer?”, le dije.“Pues tenerlo, ya qué, ya no se puede hacer nada”, me contestó. Sonaba resignada, la plática continuó con diferentes temas, uno de ellos fue que le diría a su familia tres días después, pues el padre dijo que tenía que pensar las cosas y necesitaba ese tiempo para saber si quería reconocer al bebé o no. Luego recordó algo:“Adivina qué, creo que será niña, por el tiempo aún no puedo estar del todo segura, pero parece que así es”.
La plática concluyó.
SÁBADO
Al día siguiente recibí un mensaje suyo que decía: “Creo que aún puedo hacer algo, no es nada seguro y menos por el tiempo, pero quiero intentarlo, el lunes visitaré a un ginecólogo ¿Me acompañas?”.
LUNES
Fui a recogerla a su casa, le dijimos a su madre que íbamos por un café, al principio fue así, pues decidimos ir a platicar sobre el tema. Describió que el día que fue al ginecologo no esperaba escuchar que estaba embarazada, provocó que su presión bajara:
“Entré en pánico y estaba distraída, tanto que perdí mi cartera, le llamé por teléfono al padre y obviamente, como yo, no lo esperaba, me dijo que no sabía qué hacer y que le diera tiempo para pensarlo. Después de que te llamé a ti, recordé que hace poco conocí a una chava en pro del aborto, que pertenece a una asociacion en el estado y se me ocurrió contarle, la verdad es que no estoy lista, ella me dijo que iba a ser muy peligroso para mí, pero como no era experta en el tema me pasó la dirección de un ginecólogo aliado llamado Samuel, me dijo que fuera honesta con él y si lo consideraba, podría ayudarme”.
Llegamos con el ginecólogo, cuando estábamos a la puerta del consultorio nos recibió:
“Hola soy el doctor Pérez”.
“¿Es el doctor Samuel?”, preguntó Emily, pues solo le dijeron cuál era el nombre del doctor y no el apellido, era obvio que quería estar segura de no revelar información a la persona equivocada, pues eso la pondría en peligro con las autoridades, al igual que al doctor.
“Sí, Samuel Pérez; lo siento pero solo puede entrar la paciente”, contestó, así que tuve que sentarme en la sala de espera mientras salía. Emily salió del lugar y nos fuimos de inmediato, camino a su casa me contó que le había platicado al doctor que no quería tener a su bebé, aunque estaba consciente que incluso en la Ciudad de México, por el tiempo, ya era ilegal, pero si quedaba alguna oportunidad, aunque fuera remota, la tomaría.
Él le mencionó que por ser su médico no podía aconsejarla, pero la trasladó con una asesora para que ella le diera indicaciones. Así le recomendaron un sitio en la Ciudad de México en el podrían ayudarla a pesar de su tiempo de gestación, pero advirtió que era crucial actuar de inmediato.
Llamamos a ese lugar luego de contarme todo lo sucedido con el ginecólogo y la asesora. Respondieron del otro lado de la línea, nuevamente Emily explicó todo lo que sucedía:
“Primero tenemos que ver tu caso y después buscar una causal legal para ver si podemos proceder con la interrupción del embarazo ¿te programo la cita para mañana?, es de 500 pesos”, le contestó la mujer.“No, mejor para el viernes no alcanzó a llegar mañana porque le hablo de San Luis Potosí, disculpe ¿cuánto dinero sería? en caso de que sí puedan ayudarme para ir juntando y no llegar con las manos vacías”, volvió a cuestionar Emily.
“Lo más recomendable sería que hicieras la cita lo antes posible y en cuanto al dinero no podría decírtelo, como te dije dependerá de tu situación, pero en caso de que encontremos la causal legal tendrías que dar la mitad del dinero después de la cita y cuando se realice la interrupción la otra mitad, te podría recomendar que al menos puedas tener 5 mil pesos”, respondió.
Unas horas más tarde volvió a llamarme, su voz sonaba aliviada me contó que ya había conseguido el dinero necesario para el viaje, el hospedaje, la cita y la posible interrupción del embarazo, sus amigos se lo prestaron, junto con algo de dinero que le prometió el padre del bebé. Indicó que adelantó la cita para el miércoles y estaba lista para irse.
MARTES
Partí con ella a la Ciudad de México, en el camino narró que su mejor amiga fue a visitarla, lloró y le pidió que no interrumpiera el embarazo. Luego le hice la pregunta:
“¿Estás segura que quieres hacerlo?”.
“Sí, quiero hacerlo, no imaginé mi vida así, no sola; tal vez sí pueda lograrlo, tal vez sí pueda salir adelante con mi hija, pero será muy difícil, no solo para mí, sino para mis padres. También hay cosas que quiero hacer y tal vez suene egoista, pero nadie está en mis zapatos y sí hay quienes lo han estado, pero yo no soy como esas mujeres; además aún no ha pasado nada, ni siquiera sé si me podrán ayudar”, contestó Emily.
MIÉRCOLES
Al llegar a la clínica nos registramos y esperamos a que el doctor atendiera a Emily, había algunas personas, tanto mujeres como hombres, no sabría decir exactamente por qué estaban ahí.
Emily y yo entramos con el ginecólogo, de nuevo ella explicó su situación y mencionó que no había pedido ayuda antes porque no sabía de su embarazo, de la misma manera, como el médico anterior, le realizó un ultrasonido para confirmar que estuviera embarazada.
“Te podemos ayudar, te ves muy afligida y no tendrías que estar así”, le dijo el doctor; agregó: “tu embarazo ya es avanzado y no podemos hacerlo con una pastilla de misoprostol solamente, tenemos que provocarte algo así como un parto, se le llama legrado, prácticamente lo succionaremos. Primero, te daremos una pastilla que te tomarás una vez que hayas pasado con la psicóloga, después de ingerirla ya no hay marcha atrás; esa pastilla hará que tu útero, por decirlo vagamente, se “afloje” y servirá para el procedimiento de mañana. Luego tomarás un antibiótico, que servirá para una inyección que te colocaremos vía uterina, ella detendrá el corazón del feto; te irás a casa y te daré unas pastillas más: otro antibiótico que debes tomar después de cenar porque te causará vómito; y algunas misoprostol; una deberás de tomarla a la 1 de la madrugada, la debes de colocar en tu encía en la parte inferior derecha o izquierda y esperar a que se desintegre en tu boca por aproximadamente una hora, la segunda dosis será a las 4 de la mañana con el mismo procedimiento, pero del lado contrario, yo te esperaré aquí a las 7 de la mañana”.
“¿Cuánto costará doctor?”, preguntó Emily.
“Son 16 mil pesos, tendrás que dar la mitad ahora y el resto mañana cuando llegues en la mañana, pero necesito que desde ahora te relajes, tu presión no ha estado bien”.
Emily claramente alivió su tensión luego de escuchar las palabras del ginecólogo; aún tenía esperanza.
Salimos del consultorio y pagó los 8 mil pesos del adelanto, conversamos media hora en la sala de espera y después la llamó la psicóloga y posteriormente pasó al quirófano, donde le pusieron la inyección vía uterina utilizando un artefacto llamado “pato” que servía para abrir un poco su útero, ella describió que es una aguja de 20 centímetros o más y es guiada con el ultrasonido.
Antes de irnos volvimos al consultorio del ginecólogo y le dijo: “Tú procedimiento está agendado para mañana a la 1 de la tarde, cuando te tomes la pastillas misoprostol pueden provocarte un poco de sangrado, solo unas gotitas, diarrea o cólicos, pero que son soportables; si pasa eso no hay problema. Pero si empiezas a sangrar demasiado, que no pueda contener la toalla, tienes cólicos intensos o se te rompe la fuente tendrás que llamarme y venir, no importa la hora, estaremos al pendiente, porque eso quiere decir que tu parto se adelantó y tenemos que proceder”.
Salimos de la clínica, fuimos a desayunar y regresamos al hotel. La noche llegó y decidimos acostarnos temprano porque al día siguiente teníamos que madrugar, obviamente Emily no iba a poder dormir, pues tenía que estar consumiendo las pastillas.
Recostadas Emily me dijo: “Sabes, cuando me enteré que estaba embarazada en estos 5 días noté que tenía algunos espasmos, creo que se movía y tenía que acomodarme de cierto lado de la cama porque si no me sentía incómoda, ahora no siento nada y puedo girar sin problema”.
Fue la primera vez que noté que Emily se sentía triste y culpable, ella sabía que el feto ya había muerto: ¿Fue la mejor o peor decisión que pudo tomar? No lo sabíamos en ese momento.
JUEVES
Durante la madrugada, Emily tomó las pastillas de misoprostol como se lo indicaron, despertaba a ratos para preguntarle cómo se sentía y mencionó que solo tenía ligeros cólicos, pero nada de que preocuparse.
Nos levantamos temprano y llegamos a la clínica a las 7 de la mañana, Emily pagó los 8 mil pesos restantes, enseguida le dieron dos pastillas de misoprostol más y la enfermera le explicó que las sensaciones del legrado serían similares a las de un parto: dolores muy intensos, cólicos; sangrado; rompimiento del saco amniótico… todo con la ayuda de las pastillas.
Emily tomó las otras dos pastillas y la llevaron al segundo piso donde hicieron que se cambiara con bata de hospital, y le dijeron que descansara en un sillón reclinable en el que pusieron un pañal para adulto en caso de que se le rompiera la fuente.
A las 9:30 de la mañana llegó el doctor y le preguntó nuevamente si sentía algún síntoma, pero ella contestó que no, ni siquiera los síntomas más leves. El doctor le mencionó que era importante que pasara eso, enseguida ordenó a la enfermera que le diera dos pastillas más y le pidió a Emily que caminara alrededor de la habitación para acelerar el procedimiento.
Emily caminó durante una hora; sin embargo, no tenía síntomas; nuevamente, a las 11 de la mañana le dieron dos pastillas de misoprostol más y una hora después el médico le volvió a preguntar, pero aún no sucedía nada con ella.
“Entonces tenemos que prepararte, en un momento llegará el anestesiólogo, creo que ya deben canalizarte, no te preocupes lo que va a suceder es que nosotros te vamos a inducir ‘el parto’, te vamos a hacer una pequeña incisión y requerirá puntadas que desaparecerán con el paso de los días”.
Finalmente entró al quirófano.
Mientras la esperaba se me ocurrió preguntarle a una enfermera algo que recordé:
“Disculpe, se supone que Emily no tiene una causal legal para realizar una interrupción del embarazo, ¿cómo resuelven esto?”, le dije.
“En el expediente debemos decir que ella llegó aquí desangrandose por lo que tuvimos que intervenir, las pastillas misoprostol, por más que haya consumido no son detectables por lo que nadie puede adivinar que se trató de un aborto voluntario”, contestó la enfermera.
Al salir Emily dijo que estaba mareada, durmió unos minutos y al poco tiempo despertó. Ya no estaba embarazada.
DOS SEMANAS DESPUÉS
Emily me contó que fue a visitar al ginecólogo en San Luis, le dijo lo que pasó en la clínica de la Ciudad de México. Le hicieron un ultrasonido para verificar que estuviera bien y así fue, le reiteró que no tenía residuos y que su útero volvía a su tamaño normal. Enseguida fue a colocarse un método anticonceptivo.
AHORA
Luego de pasar un tiempo, me reencontré con Emily y conversamos sobre su experiencia.“¿Cómo te sientes?”, le pregunté.“La verdad, muy bien”, contestó.“¿No te arrepientes?”.“No, si te soy sincera me siento bien, seguí con mi vida al día siguiente, se enteró la gente que tenía que enterarse y me apoyaron sin juzgar, no tengo ningún riesgo de salud y si lo deseo en el futuro me podré embarazar y tener un hijo, pero será mi decisión.
A veces crees que hacer un procedimiento de esta manera es lo más complejo del mundo, y que incluso el feto sufre, pero no es así, pues se encargan de que este muera antes de hacer el legrado y sales hasta caminando del lugar. Claro, yo tuve la fortuna de conocer a las personas indicadas. No me arrepiento, no sé si la vida en el futuro me castigue si es que lo que hice estuvo mal, pero por ahora estoy bien”.
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Destacadas
Elevador de The Park se queda atascado con 17 personas dentro
Según los usuarios, durantes más de 20 minutos el grupo permaneció a la espera de ser rescatados. Entre las personas atrapadas había menores de edad y una mujer embarazada.
Por: Redacción
Este domingo se reportó que durante las lluvias de hoy un elevador de la plaza comercial The Park se quedó atascado con 17 personas dentro. Usuarios en redes sociales reportan que “al parecer fue una falla eléctrica, pero lo más grave no fue eso: el elevador no tenía ventilación. El aire comenzó a escasear, el calor aumentaba, cada minuto era más difícil respirar. No había señal clara de qué estaba pasando ni de que alguien estuviera haciendo algo. Todos empezamos a llamar desesperadamente a conocidos, a emergencias, a quien fuera… porque la plaza no tiene protocolo alguno para rescatar a personas atrapadas”.
Según los usuarios, durantes más de 20 minutos el grupo permaneció a la espera de ser rescatados. Entre las personas atrapadas había menores de edad y una mujere embarazada.
No se reportan lesionados, sin embargo, los usuarios señalaron que no se activaron protocolos de emergencia y se evidencio que ni el personal de la plaza ni la administración no están capacitados para atender este tipo de contingencias.
Ciudad
San Luis Capital lanza innovador programa de reciclaje
Manuel Ponce director de Recimetsa, destacó que esta alianza es un ejemplo de cómo trabajar por una ciudad más limpia
Por: Redacción
San Luis Potosí se convierte en referente nacional en sostenibilidad urbana con el arranque del programa Haciendo Eco, una alianza entre el Ayuntamiento capitalino y la empresa Reciclaje Inteligente Industrial (Recimetsa), que permitirá a la ciudadanía disponer responsablemente de residuos electrónicos y electrodomésticos. Durante el “Domingo de Pilas” en el Parque Morales, el presidente municipal Enrique Galindo Ceballos destacó que esta estrategia es parte de una nueva etapa en el sistema de limpia.
El alcalde subrayó que esta acción responde a una necesidad real de las familias potosinas. Acompañado de jóvenes participantes del torneo ambiental de fútbol y de funcionarios municipales, Galindo agradeció a Recimetsa su colaboración y reconoció el papel clave de la Directora de Desarrollo Económico, Korina Toro Reyna, para lograr esta sinergia entre gobierno e iniciativa privada. “Hoy abrimos un nuevo capítulo en la recolección de residuos en San Luis Potosí”, concluyó.
Jaime Mendieta, director de Gestión Ecológica y Manejo de Residuos, señaló que Haciendo Eco es parte de la Ecología Táctica del Gobierno de la Capital, y responde a una demanda ciudadana concreta: “¿Qué hacer con los electrónicos viejos?”. Dijo que gracias a este programa, esos artículos se integran a la economía circular a través de un sistema confiable. “Desde Discman hasta refrigeradores, todo puede tener una segunda vida. Este programa es posible gracias a la visión del Alcalde Enrique Galindo”, afirmó.
Por su parte, Manuel Ponce Méndez, director de Recimetsa, destacó que esta alianza con el Gobierno de la Capital es un ejemplo de cómo trabajar por una ciudad más limpia y consciente.
Ayuntamiento de SLP
Más de 2 mil corredores en 4ta Carrera por la Familia del DIF
Las distancias fueron 3 y 6 kilómetros, así como categorías especiales para personas en silla de ruedas y con discapacidad
Por: Redacción
En el marco del Día Internacional de la Familia, este domingo se vivió una fiesta de unidad, inclusión y alegría con la realización de la 4ta Carrera por la Familia, con salida y meta en la Plaza de Fundadores, que este año fue a beneficio de la consolidación del Centro Municipal de la Salud Mental.
La presidenta del DIF Municipal, Estela Arriaga Márquez y el alcalde Enrique Galindo Ceballos, felicitaron a todas las familias y participantes que se dieron cita desde temprano en Plaza de Fundadores para convivir y realizar esta actividad deportiva caminando o corriendo.
Las distancias fueron 3 y 6 kilómetros, así como categorías especiales para personas en silla de ruedas y con discapacidad; el evento reunió a más de 2 mil participantes con número, además de decenas de familias que se sumaron de manera libre, muchas de ellas acompañadas por sus mascotas.
La Carrera por la Familia no sólo promovió la actividad física y el cuidado de la salud, sino que también reforzó valores fundamentales como el amor, el respeto, la empatía y la inclusión, reuniendo a personas de todas las edades en una jornada inolvidable que llenó de vida el corazón del Centro Histórico.
Los resultados oficiales para atletas en sillas de ruedas: 1er lugar José Alberto Arellano, 2do lugar José Cruz Rodríguez y en 3er lugar José Leonel Morales.
En 6K, en general femenil son: Primer lugar Aide Laura Hernández, Segundo lugar Esmeralda Ramos Ramos y tercer lugar Benita Jiménez. General varonil: Primer lugar José Iván Ramos Torres, segundo lugar José Luis López Ramírez y tercer lugar José Cervantes Torres.
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