#4 Tiempos
Cirina Portales, Primera mujer en terminar estudios de medicina en San Luis Potosí | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
Setenta y seis médicos se habían titulado en la Escuela de Medicina del Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí, cuando se presentaría a examen de titulación la primera mujer, Cirina Portales Carvajal, que en 1920 sería la titulación número 77 en ese Instituto Potosino.
Con ello Cirina Portales se convertía en la primera mujer en titularse en medicina en San Luis Potosí completando de manera integra sus estudios en el Instituto Científico y Literario el 27 de febrero de 1920. Aunque, ya se había abierto el camino a la mujer en esa escuela con María Castro de Amerena que se titularía en 1912 haciendo estudios combinados en San Luis Potosí y en la Ciudad de México, donde obtendría su título como médica en 1911 aunque le fue firmado un título por el gobernador de San Luis Potosí en 1912. Sin embargo, podemos considerar a la Dra. Cirina Portales como la primera mujer graduada en San Luis Potosí completando de manera absoluta sus cursos y exámenes finales teórico y práctico en la Ciudad de San Luis Potosí.
En 1915 cursaría sus primeros cursos en medicina y terminaría los cursos íntegros de la carrera en 1919, cubriendo las prácticas y guardias de hospital, que eran requisito, en el Hospital Civil “Miguel Otero”. Profesionalmente desarrolló su trabajo médico en Tampico en el Hospital Pizaño donde implementaría los primeros procedimientos en México para tratar el cáncer en cuello de la matriz, lo que realizó en la década de los cuarenta al mismo tiempo que se implementaba el método del Dr. George Nicholas Papanicolau que había desarrollado desde veinte años antes. Aportación relevante que la coloca como una de las médicas mexicanas más relevantes.
Cirina Portales es originaria de Cerro de San Pedro, aunque no se conoce con exactitud la fecha de su nacimiento que debió ser en el cambio de siglo XIX al XX, pues en 1906 comenzaría a cursar la primaria en la Escuela Pública número 8 del estado de San Luis Potosí bajo la dirección de la profesora María Estrada, continuaría sus estudios de preparatoria lo que le permitiría poder estudiar alguna carrera . Al parecer, no tuvo dificultades para realizar sus estudios, como el caso de otras mujeres que de cierta forma eran inducidas a estudiar estudios propios para las mujeres, como se estilaba entonces, ya sea para profesoras en escuelas de artes y oficios de las que contaba la ciudad de San Luis Potosí.
Así, Cirina Portales ingresaba en 1915 a la Escuela de medicina del Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí en pleno movimiento revolucionario. Su ingreso al Instituto, al parecer no tuvo impedimento, como en el caso de María Castro Amerena primera estudiante de medicina en San Luis, pues había quedado superada la oposición al ingreso de mujeres al Instituto Científico que despertara la solicitud de Castro de Amerena una década antes.
Así para 1920, se convertía en la primera mujer en terminar de manera integra sus cursos de medicina, sus prácticas y estancias de hospital, así como la presentación de examen teórico y práctico que exigía el plan de estudios de la carrera de medico cirujano del Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí. El 27 de febrero de 1920 era examinada en el Salón de Actos del Instituto Científico por los doctores Francisco de A. Castro, José M. Quijano, Manuel Nava Sr., José C. Páramo e Ismael Vela Velázquez. Celebrando al siguiente día su examen práctico en el Hospital Civil “Miguel Otero”, siendo aprobada por unanimidad y registrado el compromiso académico con el folio número setenta y siete.
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#4 Tiempos
Tómate ese cognac | Columna de Carlos López Medrano
Mejor dormir
«No le digas que no a lo bueno», me soltó Luis Ángel Bellota, mi amigo historiador, al verme vacilar frente a la copa de un viejo cognac que me ofrecía. Aquel día me encontraba abrumado ante la amabilidad de él y de su familia, que me habían convidado a un platillo que desconocía hasta entonces—ropa vieja— y del que terminé por volverme acolito tras el primer bocado.
Me resistía. No quería importunar, ni pellizcar una migaja más de alguien que ya había sido bastante generoso conmigo en uno de los periodos más en blanco de mi vida. Pero esa frase lo iluminó todo; no tuve más que aceptar esa copa para sellar una velada estupenda con alguien que además de alimento, me dijo una lección sin acaso darse cuenta. No hay que negarse a lo bueno. Tantas veces uno se priva de las bondades del destino por culpa de telarañas que uno mismo teje en el aire.
Las charlas son una de las manifestaciones más altas del arte efímero, aunque rara vez los propios interlocutores se percaten de las perlas que sueltan por la atmósfera. La sabiduría chapotea sobre las sobremesas como si nada, a menudo diluyéndose en la irrelevancia o en el humo de un café mal servido. Lo más frecuente es que nadie tome nota, y sin embargo, en esos encuentros se tiran frases que bien podrían animar una novela.
Nos haríamos un gran favor si lleváramos un registro de estas miniaturas existenciales, como el personaje de Vila-Matas que anotaba las conversaciones que escuchaba en el transporte público con método archivista. Una colección sobresaliente no tanto por lo escuchado, sino por la mirada de un padre que mira con cariño a sus criaturas hasta verles cara de Kakfa. «La felicidad está en el martirio», decía una las frases recogidas. Quizá la felicidad también se esconde en la atención que prestamos a las naderías. Sin pasarse, eso sí. Bukowski alguna vez topó con un niño en el tren mientras viajaba por la costa. De pronto el niño dijo «el mar no es nada bonito», lo cual fue considerado una genialidad por el escritor angelino, aunque muchos otros lo consideraríamos un mocoso.
En la conversación tumultuosa —ese buffet en el que picoteas bocadillos mientras el mesero se lleva tu plato— vienen a mí destellos ajenos, aforismos de genios espontáneos al calor de la conversación. Como aquella mañana en que Pedro, mi amigo abogado, me dijo: «Hay momentos en los que hay que decidir. Y hay que decidir rápido», una sentencia que soltó tras un breve silencio, con su habitual tono que aparenta lejanía, en el que parece que no está ahí, sino distraído en otra cosa, pero que, al soltarse, revela que más bien se encontraba en un proceso de cálculo que nadie más adivinaba a la redonda. Tras escucharlo di al fin con lo obvio: debía decidir y confiar. Pensar mucho había dejado de ser opción.
Distinto, aunque igualmente concluyente, fue Juan Manuel, a quien alguna vez consulté cómo se podía uno quitar de la cabeza a una mujer «Para olvidar a una mujer», respondió con su tono campechano habitual, «tienes que estar con otras veinte». La recomendación acabó por ser probadamente equivocada —hay gente a la que no se puede olvidar, qué le vamos a hacer—, pero ese mediodía, en una Oaxaca a finales de septiembre, logró algo valioso: quitarle dramatismo a lo que hasta minutos antes parecía una lápida. Y fui haciéndome de un nuevo camino. Todo pasa. O como diría De Gaulle: los tratados son como las chicas y las rosas… duran lo que duran.
Las palabras justas, en el minuto preciso, te quitan la anestesia del ensimismamiento, y aunque las puntadas duelan, sirven también para dar golpes de timón. Por más que uno quiera dárselas de solitario (y en esa condición broten una variedad de bondades), de vez en cuando necesitamos el aire fresco de una charla, esa mirada externa que divisa lo que tu embrutecimiento te ha tapado.
Con los años, las conversaciones con los amigos tienden a regresar siempre a los mismos territorios. Nos descubrimos reiterando los recuerdos, calcando las anécdotas en versiones ligeramente modificadas, sin cansarnos jamás de asentir y sonreír, como si todo fuera nuevo. Llegan las dolencias, las obsesiones gastadas, los silencios necesarios. Pero si uno escucha —escucha de verdad— puede que hasta halle vida extraterrestre desde la propia cocina, como decía Mariano Gistaín. Eventualmente hay que darse cuenta, en las charlas uno se nutre más cuando se escucha que cuando se parlotea.
Benditas sean esas reincidencias que cargan las baterías, igual que esas películas de confort a las que hay que volver cada tanto para recordar quiénes somos cuando hemos perdido el rumbo. Las mejores conversaciones nacen sin que te des cuenta, sin grandes pretensiones. Cuando uno reacciona, ya es noche cerrada, la garganta está rasposa y al otro día tienes que levantarte temprano (la mañana amenaza con sus prisas). Pero qué más da. Acepta esa copa. No le digas que no a lo bueno. Siéntate y escucha.
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#4 Tiempos
Radio México, invaluable labor en pro de la cultura potosina | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
La ausencia de espacios radiofónicos dedicados a la cultura popular, por llamarle a esa parte de cultura que es segregada de los espacios culturales elitistas, afortunadamente ha sido atendida por el entusiasmo de personajes que dedican su vida a la difusión de la cultura de nuestros pueblos. En San Luis Potosí, prácticamente no existen esos espacios radiofónicos; radio universidad que se define como una estación cultural, deja mucho que desear en este tipo de actividad. Principalmente en los últimos años donde ha degenerado su propuesta cultural, sobre todo en la frecuencia modulada. Así que la presencia de una propuesta radiofónica difundida por internet merece ser conocida y apoyada, sobre todo por ser una actividad que se asume sin objetivos de lucro y solo por el amor a la cultura de nuestras comunidades. Esta propuesta es Radio México, la Radio Cultural por Internet que manejan Laura Olivia D’león Montesinos y Anatolio Vázquez García.
En este ciclo que hemos dedicado a las mujeres, difundiendo sus obras y actividades que han contribuido a la cultura potosina, damos espacio a esos binomios, parejas que comparten su vida y su compromiso por el desarrollo y difusión cultural, como es el caso de Laura Olivia y Anatolio, con su trabajo en Radio México, que puede escucharse en la dirección: https://www.radiomexico.com.mx/
En su programación, centrada en temas y en música poco difundida en estaciones convencionales, e incluso en las catalogadas como culturales, cuenta con secciones ya tradicionales como: La huasteca arte y cultura; Saludos y complacencias y, Que suene… el son, donde es posible escuchar la música tradicional del estado de San Luis Potosí y de otros lugares. Música de quienes emigraron a los Estados Unidos y que fincaron lo que ahora se conoce como TexMex, como Lidia Mendoza, entre otros, la presencia de boleros y mucha música más que ha sido desplazada de las fuentes radiofónicas, son difundidas por estos personajes. Además, pueden escucharse sonidos de todas las culturas del planeta, manteniendo vivas las tradiciones, como rezan sus entradas a las diversas secciones.
De la información que proporcionan sobre sus perfiles reproducimos lo indicado en su página.
Anatolio Vázquez García nació en Xichú, Guanajuato. De 1968 a la fecha ha vivido en la Ciudad de México. Estudió Bibliotecología y Pedagogía en la UNAM, es fotógrafo, locutor con licencia tipo A, y técnico en computación. De 1994 a la fecha ha realizado una gran cantidad de proyectos musico-culturales, la mayoría de ellos en la Ciudad de México. A partir de 1992 inicia su trayectoria en radio, participando en varios y variados programas de corte cultural en Radio Educación, Radio 1440, Radio Cañón, Radio Chapultepec, en el Sistema Estatal de Radio y Televisión en el estado de Hidalgo y Radio Ciudadana. Ha incursionado en la música como ejecutante de vihuela, jarana huasteca y quinta huapanguera. Ha realizado varias grabaciones discográficas profesionales. Es creador y administrador de la plataforma Facebook, YouTube y sitio Web de Radio México: la radio cultural por internet, así como de la administración tecnológica de la misma, quehacer en el que lleva 14 años ininterrumpidos.
Laura Olivia D´león Montesinos fue registrada en Tlacotepec de Mejía, Veracruz. Psicóloga Educativa por la UNAM, Académica numérica de la Sociedad Mexicana de Geografía e Historia, en el rubro de Folclor. En 1992 inicia su travesía en radio participando como asistente con el Maestro René Villanueva en Radio UNAM, ha colaborado en programas para Radio Educación, Radio 1440, Radio Chapultepec, el Sistema Estatal de Radio y Televisión en el estado de Hidalgo y Radio Ciudadana. En 1994 forma GRUFAPI, Grupo Filantrópico en Apoyo a los Pueblos Indígenas, agrupación con la que se da a la tarea de alfabetizar e ingresar a la educación primaria a 262 niños en situación de calle a lo largo de 14 años, para lo cual realizó un sin fin de eventos musico-culturales en el Museo Nacional de Culturas Populares, Plaza Hidalgo en Coyoacán, Museo de las Intervenciones, Exconvento de Culhuacán, Casa Frissac, Explanada de la Alcaldía de Tlalpan, Centro Nacional de la Cultura y las Artes, Zócalo Capitalino, etc. Ha asesorado a diversos grupos culturales e impartido cursos y talleres. Actualmente es productora y guionista de Radio México: la radio cultural por internet.
La actividad de esta pareja es de apreciarse, con su labor la cultura potosina de esos pueblos de la Huasteca, del Altiplano y Zona Media que caracterizan la geografía de San Luis Potosí, es dada a conocer e impulsada a través de sus transmisiones en vivo de aquellos eventos populares donde se dan cita músicos de nuestra región interpretando sones abajeños y arribeños, así como las clásicas topadas que a través de su señal por internet es escuchada por los paisanos potosinos que trabajan en el gabacho.
Felicitamos su labor y los invitamos a escuchar Radio México, la radio cultural por internet.
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#4 Tiempos
La Noche de la Vergüenza: Los peores 45 minutos del Atlético de San Luis | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
La noche del pasado sábado fue una de esas que al menos yo querré olvidar. En un partido que parecía prometedor, el equipo potosino se desplomó de manera estrepitosa en el segundo tiempo, dejando a todos con la boca abierta y el corazón partido.
A pesar de la derrota, debo decir que estoy orgulloso del torneo que se ha hecho. El equipo ha demostrado una gran capacidad para competir contra los mejores equipos de la liga, y se logró alcanzar nuevamente la semifinal, lo que es un gran resultado para un equipo como San Luis.
Sin embargo, esperaba más en ese partido. Esperaba que el equipo saliera con más intensidad, con más pasión y con más determinación. Pero lamentablemente, eso no sucedió.
Los primeros 45 minutos del partido fueron un verdadero desastre para el San Luis. El equipo parecía desconectado, sin ritmo ni coordinación, a pesar de eso, la suerte estuvo de nuestro lado, Monterrey no encontró el gol y creo, se hubiera podido replantear algo para los segundos 45. Donde por cierto, todo se derrumbó, los errores defensivos se sucedieron uno tras otro, y el portero no pudo hacer gran cosa para evitar la goleada.
Pero lo que más duele es que el equipo parecía haber abandonado la lucha. La falta de intensidad y la ausencia de liderazgo en el campo fueron patentes. Los jugadores parecían perdidos, sin saber qué hacer ni cómo reaccionar ante la presión del rival.
La derrota final fue un reflejo de la pobre actuación del equipo en el primer tiempo, y el debacle del segundo. Aunque San Luis intentó reaccionar en la segunda mitad, con el p enal, el daño ya estaba hecho. La noche había sido un desastre.
San Luis fue un equipo distinto este torneo, la forma en que jugó de local y sobre todo en liguilla, enamoró a más de uno, el equipo considerado el caballo negro, nos hizo soñar y parecía que podrían pelear en Monterrey, pero lo que más sorprendió a todos fue la cantidad de goles que recibió el equipo allá. Nunca en la temporada de San Luis, un rival les había metido más de 3 goles en un partido. La defensa, que había sido una de las fortalezas del equipo, se desplomó de manera estrepitosa, permitiendo que Monterrey se llevara una victoria aplastante.
Pero demos vuelta a la página, un buen torneo puede ser el inicio de algo mejor, San Luis demostró que puede competir, solo espero que la directiva no tome decisiones precipitadas y no desarme al equipo. Es importante mantener la base y sumar jugadores que puedan aportar calidad y experiencia.
También espero que la directiva del equipo aproveche la oportunidad para sumar jugadores de la cantera. El equipo tiene una gran cantidad de talento joven que puede ser aprovechado para fortalecer al cuadro.
El San Luis debe levantarse de esta derrota y mirar hacia adelante. El equipo tiene el potencial para hacer grandes cosas, pero debe trabajar duro para mejorar y alcanzar sus objetivos. La afición espera con ansias ver a su equipo volver a jugar alegre, mantener los triunfos en casa, pero sobre todo, regresar a jugar sin miedo, pintándole la cara a cualquier rival. Lección aprendida San Luis, ojalá que no te vuelvan a meter 5, en tu siguiente partido de semifinales, ojalá a la acción.
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