noviembre 25, 2025

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#4 Tiempos

Brote palaciego de covid | Apuntes de Jorge Saldaña

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covid

Le dio Covid al Caco y él mismo lo confirmó. De ahí en adelante el brote es potencial. Del Caco al gobernador Carreras por lo seguro que hablaron el fin de semana luego de la protesta violenta en contra del recinto legislativo, el Caco ese mismo día habló con reporteros (muchos) y con tres diputados por lo seguro: Martín Juárez, Rolando Hervert y Edgardo Hernández que estaban en el lugar.

Lo mismo tuvo contacto cara a cara con funcionarios del congreso, con el jefe de la policía municipal, con el Secretario de Seguridad, Jaime Pineda, y seguramente con el Fiscal, Federico Garza e incontables mandos y colaboradores. Lo peor: sí traía cubre bocas, pero en el cuello.

Del resto de los funcionarios y reporteros -la verdad- la mayoría no traía sus medidas de protección sanitaria básicas.

Difícil pensar que el gobernador entre el viernes y el martes, no habló con su gente de Comunicación, con la gente de su oficina, con su esposa Lorena presidenta del DIF, doña Lorena Valle y ella con Ceci González, la directora, Ceci a su vez con quizás docenas de sus colaboradores.

De la oficina de Comunicación Social, existe personal que cubre presencialmente las ruedas de prensa de la Secretaría de Salud, que supone otra red exponencial de contagios.

Por parte de los periodistas que estuvimos (sí, así es) tan cerca en ese momento de los funcionarios, no nos detuvimos en entrevistar (mismos micrófonos) solamente al secretario confirmado con Covid, sino que se entrevistó a casi todos los involucrados en la protesta del viernes y de ahí a la fecha a quién sabe a cuánta gente más.

Fernando Chávez, titular de la SCT, también dio positivo. Por su encargo él cuenta con un número importante de colaboradores y tiene contacto lo mismo con otros funcionarios, que con concesionarios del transporte público y éstos con sus choferes que transportan a miles de potosinos.

Su esposa, Martha Rangel, también es funcionaria en el Palacio de Gobierno en el área de comunicación, otra red potencial.

En resumen ¿cuántos contagios se pudieron haber producido por el secretario general, el gobernador, su esposa, el DIF, comunicación social, colaboradores, diputados, choferes, reporteros, subsecretarios, funcionarios municipales, secretarias, y el aparato burocrático gubernamental en sus tres niveles del viernes 5 al martes 7 de junio que se detectó el positivo del brote palaciego?

Un dato extra para ponerse a redactar el testamento y escoger lápida:

La Secretaria de Salud, Monilili Rangel, celebró el fin de semana (viernes y sábado) su cumpleaños por todo lo alto. Por lo menos una docena de mesas fueron montadas en su casa del club de golf La Loma en la que ofreció una cena el viernes y tremenda comida el sábado. ¿Cree usted que el gobernador, el secretario general y el titular de SCT no hubieran estado invitados? ¿Cree que no hubo en el festejo de la Secretaria al menos un centenar de personas?

Parece inverosímil que en semáforo rojo, con los datos que maneja a la perfección la doctora y el panorama que estudia todos los días, tuviera el temerario arrojo de realizar un convivio así, exponiendo no solamente a sus invitados y familiares, sino a toda una red de potosinos que directa o indirectamente están (estamos) muy cerca, por necesidad de estar informados, con los servicios de salud de los que la festejada Monilili aún está al frente.

No, Culto Público, no es grilla ni es ataque. Son hechos comprobados origen de un brote palaciego de muy largos alcances. Felicidades doctora, no por su cumpleaños, sino por poner en riesgo a todo un gobierno y por lo tanto a un estado.

Al respecto ¿Qué medidas han tomado para, por lo menos, hacer pruebas rápidas, de las llamadas moleculares? ¿Solamente se harán a los funcionarios y allegados? ¿No será momento de comprar miles de pruebas para todos los potosinos? Digo, por lo menos por el cargo de conciencia.

Por si lo hacen, de preferencia que el proceso sea lo mismo rápido que transparente, no vayan a salir que le comprarán las pruebas a Gabo. Ni que fueran enchiladas.

RETO UASLP 2020

Hablando de brotes y riesgos exponenciales, tremendo es el reto que tiene el rector de la Universidad Autónoma, Alejandro Zermeño para, en menos de un mes, instrumentar los exámenes de admisión de más de 15 mil aspirantes a las diferentes escuelas y facultades en condiciones verdaderamente espaciales

(sí, dice espaciales, no especiales)

Parece un acertijo para la NASA no generar la movilidad desordenada que implica el traslado de los candidatos a alumnos en camiones, y otros medios de transporte, la contingencia que implica la reunión en puntos de embarque, la división de los espacios, la imposibilidad de realizar exámenes en línea por la especialización de las pruebas para cada escuela y facultad, la separación física, los horarios, la reducción de los tiempos de las pruebas, los días que llevará, el personal que implica, las medidas de sanidad en cada hora, en cada salón habilitado, y en cada instalación, los tiempos, la reducción de la convivencia aún con sana distancia, la logística de evaluación y todos los etcéteras que no se me ocurren.

De ese tamaño es el desafío con el que la UASLP recibe a su nuevo rector, un hombre –hay que decirlo- empacado con la mejor experiencia universitaria tanto en su trato, valores, conocimientos y formas.

En el mar de lo visible, la capacidad del aparato universitario estará a prueba en los próximo días y mucho depende de su nuevo capitán. Esperemos llegue a buen puerto.

En lo profundo, las aguas de la UASLP no están en calma, viene el cambio de directores, el jaloneo por los “feudos” creados en la inercia de las conveniencias turbias del pasado, y un sin fin de malas costumbres añejas que deben de romperse.

Tampoco pueden dejar de lado o restar importancia a algo que es veneno puro: en algunos círculos se comenta la relación/intromisión del gobierno de Xavier Nava en los terrenos universitarios, e incluso existe una denuncia de la FUP en este sentido.

No se me ocurre una peor forma de hundir el barco y fomentar una rebelión inmediata y violenta de la comunidad en contra de sus autoridades si no se deja en claro que no existe ni una pizca de interés político del navista o de cualquier otro, incrustado en la Máxima Casa de Estudios de los potosinos.

NUESTROS PREMIOS

El éxito es mal consejero y lo sabemos. La vara ya la pusimos alta y solo nos compromete a generar mejores contenidos. Gracias desde mi corazón favorito a todos y todas las que han felicitado a nuestro medio por haber obtenido 6 premios de periodismo y ser por segundo año consecutivo el medio de comunicación más laureado, esto es solo el resultado de mucho sudor, mucha sangre, estómago y hasta lágrimas.

La Orquesta se abre camino nutrida de sus comentarios, saciada de sus críticas y alimentada de sus lecturas. Aprovecho para felicitar a todos, TODOS los que forman parte de el proyecto que inició hace casi 8 años y del que muchos pensaron (algunos todavía lo hacen) era solo una locura. Ante lo logrado, habrá que repensar el concepto de la cordura.

Me conmueven sus comentarios y no tengo palabras para devolver tanta generosidad.

Equipo, amigos y colegas a todos felicidades. Las redes influyen. La comunicación evoluciona. Ser parte de ello es un privilegio de la vida y la vida en sí misma, compartida con ustedes es un honor. Bendiciones a todos. Que se multipliquen sus deseos. Dios los bendiga.

Hasta mañana y recuerde que un Do Bemol no es lo mismo que un Sí, sostenido.

Jorge Saldaña

@jfsh007

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#4 Tiempos

Diego José Abad ilustre formador de potosinos | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

El majestuoso edificio central de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí que fuera construido en el siglo XVII y alojara a la Compañía de Jesús se convertiría en un edificio característico de la educación en San Luis Potosí. En ese edificio funcionaría el Colegio de San Ignacio de la Compañía de Jesús orientado principalmente a la educación de primeras letras; posteriormente se establecería en dicho edificio el Colegio Guadalupano Josefino instaurado por Gorriño y Arduengo siendo el primer establecimiento de educación secundaria o superior en San Luis, dando paso posteriormente, al reinstaurarse la República al Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí que se convertiría en el primer establecimiento en obtener la autonomía universitaria dando paso así, en el mismo edificio, a la actual Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

De los profesores ilustres que tendría el Colegio de San Ignacio de San Luis Potosí, se encuentra Diego José Abad, uno de los impulsores del pensamiento moderno en México y que tuviera influencia del jesuita Rafael Campoy, también profesor en San Luis Potosí y de quien tratamos en anterior entrega de El Cronopio en La Orquesta.

La física, o filosofía natural, formaba parte del cuerpo de temas de la filosofía en los cursos que de ella se realizaban en Nueva España y se dedicaba una parte a la lectura de temas de física, principalmente la aristotélica. De esta forma existirían manuscritos sobre la física como parte de cursos de filosofía, situación que se haría común, al ser redactados apuntes para los diversos cursos que se ofrecerían en Nueva España. La mayoría de esos textos se encuentran perdidos, pero existen las referencias que aseguran su presencia, los cuales fueron escritos, en su mayoría, por sacerdotes y frailes que pertenecían a diferentes órdenes religiosas.

Diego José Abad, puede considerarse el más profundo de los jesuitas innovadores; su Curso fue muy influyente, es bastante completo y se ven por todas partes las influencias modernas. Este curso, que ya no lleva el nombre de Cursus Philosophicus

, sino simplemente el de Philosophia, aparece en un manuscrito del Colegio de San Pedro y San Pablo de México, cuyo contenido se enseñó desde 1754 hasta 1756.

Comprende la lógica, la física y la metafísica. Es el primer intento de asimilar (y no simplemente de atacar, como hasta entonces se hacía las más de las veces) las ideas modernas

. En particular, se refiere a Gassendi y los atomistas, y trata de conciliar el atomismo con el hilemorfismo aristotélico. Intenta hacer lo mismo con Descartes, opuesto al gassendismo.

Habla de la necesidad de construir la física con ayuda de la experimentación y la matemática. Acepta el atomismo en el campo físico, mas no en el metafísico. Dice que muchas ideas aristotélicas sobre el cielo han sido abandonadas por los escolásticos después del descubrimiento del telescopio, mediante el cual se han podido ver las manchas del Sol. Lo mismo en cuanto a la noción del vacío, después de los experimentos de Torricelli, Otón de Gericke y Roberto Boyle. Cita a Maignan, y mucho a Descartes en cuestiones de filosofía del hombre. Aunque las más de las veces defiende la tradición, ya se muestra abierto a integrar ideas de la filosofía moderna.

Fue profesor del Colegio de jesuitas de San Luis Potosí donde enseñó gramática a los potosinos y donde fincó su formación filosófica sin rechazar las ideas del pensamiento moderno, pero con una posición crítica.

Diego José Abad nació en Jiquilpan en 1727 y tras la expulsión de los jesuitas moriría en Bolonia en 1779.

Si se interesan en ubicar su obra en el ambiente cultural y científico de la Nueva España pueden consultar nuestro artículo: Manuscritos y libros Novohispanos y Mexicanos de Física y Filosofía Natural, en la dirección:

https://www.researchgate.net/publication/391327380_Manuscritos_y_libros_Novohispanos_y_Mexicanos_de_Fisica_y_Filosofia_Natural

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Jesús duerme en la popa | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

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LETRAS minúsculas

 

“Al atardecer de ese mismo día, Jesús les dijo: ‘Crucemos a la otra orilla’. 
Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya. 
Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua.
Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal. 
Lo despertaron y le dijeron: ‘¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?’. Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: ‘¡Silencio! ¡Cállate!’. El viento se aplacó y sobrevino una gran calma. 
Después les dijo: ‘¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?’.
Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: ‘¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?’” (Marcos 4, 35-41).

Todavía hoy, cuando pareciera que hemos alcanzado el dominio total de la naturaleza, viajar por mar –no digo sobrevolándolo en un avión, sino cruzándolo en un barco- es una experiencia sobrecogedora. ¡Qué indefensa viaja nuestra embarcación por los caminos del océanoi¡! Y si durante la noche se desata una tormenta, tanto peor: aun el barco más grande no parece sino una cáscara de nuez. En 1912, los tripulantes del trasatlántico más lujoso y sofisticado del planeta creyeron que el mar, gracias al ingenio humano, estaba ya domesticado; sin embargo, no fue así, y debieron pronto de rendirse a la evidencia: el Titanic se hundía, y ellos con él y en él…

El mar era y sigue siendo el símbolo de lo indomesticable, de lo ingobernable, de lo terrible. Para los antiguos, el mar estaba poblado de monstruos horribles cuyo solo nombre helaba la sangre. Nosotros sabemos, más o menos, lo que son las olas, pero para los antiguos éstas eran el efecto del movimiento de las criaturas marinas. Ahora bien, si tal era el pensamiento de los antiguos, ¿qué de raro tiene que, ante el huracán, los discípulos se pusiesen a gritar, poseídos del pánico más espontáneo y sincero?

El mar es siempre terrible, sí, pero Dios es más grande que el mar. Únicamente Él puede calmarlo porque es el Señor de los elementos del mundo: “El Señor habló a Job desde la tormenta: ¿Quién cerró el mar con una puerta, cuando le puse un límite con puertas y cerrojos y le dije: ‘Hasta aquí llegarás y no pasarás; aquí se romperá la arrogancia de tus olas’ ”? (Job 38, 8-11).

Al crearlo, Dios puso al hombre un límite: “Podrás comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, pues, si lo haces, perecerás sin remedio” (Génesis 2, 16-17); y, al crear el mar, también le impuso un límite: “¡Hasta aquí llegarás! ¡De aquí no podrás pasar!”. Por eso, cuando Jesús calme la tormenta y las aguas se aquieten al puro mando de su voz, los discípulos se preguntarán unos a otros, maravillados: “¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!”.

Ahora bien, si sólo Dios puede apaciguar el mar, entonces… Entonces los discípulos, por así decirlo, empezaron a sacar conclusiones…

Un día, al atardecer… Así comienza el relato. Conviene tener presente, pues, que es ya de tarde, y que la oscuridad añadirá un punto de dramatismo a la escena que seguirá, ya dramática de por sí. Según éste, no es sólo que la barca fuese zarandeada por la tempestad: es que el agua se estaba metiendo ya por todas partes.

¿Y Jesús qué hace, mientras tanto? No hace nada. Él, a lo que parece, no se daba cuenta de lo que pasaba, pues “estaba dormido sobre un almohadón”. Los discípulos lo despertaron, y hay en su ruego una pizca de ironía, como si le dijeran: “Oye, Señor, esto va a pique. ¿Podrías hacernos el grandísimo favor de despertarte?”.

“Jesús se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: “¡Silencio, cállate!”. El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: “¿Por qué son tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?”. Oligópistoi: así lo llama; con esta palabra griega los reconviene. Hombres asustadizos, apocados, temblorosos: gelatinas vivientes. Oligópistoi: hombres sin fe.

Los Padres de la Iglesia, hombres muy sagaces en la interpretación de la Escritura, vieron en esta tormenta una imagen de las agitaciones del corazón humano y compusieron bellísimos sermones en torno a este asunto. En una de sus Meditaciones (n. 37) dice así, por ejemplo, San Agustín (354-430):

¡Dios mío, mi corazón es como un ancho mar siempre agitado por las tempestades: haz que encuentre en ti la paz y el descaso. Tú has increpado al viento y al mar para que se calmaran, y a tu voz se han apaciguado; ven a poner paz en las agitaciones de mi corazón, a fin de que todo en mí sea sosiego y tranquilidad, para que pueda poseerte a ti, mi único bien… Oh Dios mío, que mi alma, libre de pensamientos tumultuosos, se esconda a la sombra de tus alas. Que encuentre junto a ti un lugar de refrigerio y de paz, y toda transportada de gozo pueda cantar: ‘Ahora puedo dormir y descansar en paz’… Mi alma no puede gozar de paz y seguridad, Dos mío, si no es bajo la protección de tus alas. Que ella permanezca, pues, en ti y sea abrasada con tu fuego”.

Ya se trate, pues, de agitaciones interiores, ya de percances exteriores, lo importante es esto: que Jesús y nosotros viajamos en la misma barca, y que aunque nos esté permitido algunas veces gritar, no nos lo está, por ningún motivo, desesperar. Aunque parezca que duerme, Dios vela por los suyos; en consecuencia –como ha dicho alguien-, cuando uno está “embarcado” con Jesús no hay nada que temer.

Jesús permanece cerca de los suyos y éstos pueden contar con su ayuda cercana a pesar de todas las apariencias en contra… Así pues, el peligro para los creyentes está en olvidarse de que están en camino y que Jesús les acompaña en el trayecto” (Joseph Imbach).

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CONCACAF 2026: una eliminatoria que dejó heridas

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TESTEANDO

La eliminatoria rumbo al Mundial 2026 dejó a Centroamérica enfrentándose a una realidad incómoda, la región quedó rezagada, incluso en un formato que otorgaba más margen que nunca. Pero dentro del golpe generalizado hay dos historias que llaman la atención por un matiz muy particular: Costa Rica y Guatemala, dos selecciones que depositaron su confianza en cuerpos técnicos mexicanos, y aun así terminaron sin lograr el objetivo.

Costa Rica, acostumbrada a ser el referente de la zona, apostó por la experiencia mundialista de Miguel Herrera. El proyecto prometía solidez táctica y un recambio generacional más ordenado, pero el equipo tico terminó atrapado entre la transición y la urgencia. Hubo partidos en los que se notó el intento de reconstrucción, de darle al equipo un sello reconocible; aun así, los errores puntuales, la falta de contundencia y la presión acumulada hicieron que el proceso no alcanzara para sostener la clasificación.

El contraste con su historia reciente, esa en la que la identidad costarricense parecía inquebrantable, se volvió más evidente con cada partido. Y aunque el trabajo del cuerpo técnico mexicano aportó claridad, la estructura que lo rodeaba simplemente no acompañó.

Por su parte, Guatemala vivió una ilusión distinta. Su selección, dirigida por Luis Fernando Tena, llegaba con el impulso de procesos juveniles más visibles, estadios llenos y un entusiasmo que no se veía desde hacía tiempo. El entrenador buscó ordenar el juego, potenciar la intensidad y darle continuidad a una generación que prometía competir de igual a igual. Durante varios momentos pareció posible: se jugó con valentía, se propuso, se soñó.

Pero otra vez, cuando llegó la hora decisiva, el proyecto se quedó corto. La falta de profundidad en el plantel, la ausencia de una estructura sólida que sostuviera la idea y algunos errores en partidos clave terminaron apagando una posibilidad histórica. Dolió especialmente porque, por primera vez en mucho tiempo, Guatemala parecía estar a un paso real de dar el salto.

Los dos casos, diferentes en matices pero similares en desenlace, plantean una reflexión inevitable: los entrenadores pueden cambiar intenciones, pero no pueden corregir solos la falta de una estructura profunda. México exportó cuerpos técnicos preparados, con propuestas claras y trabajo serio, pero se toparon con federaciones que arrastran inestabilidad, con ligas de nivel irregular y con proyectos que no siempre se sostienen más allá del resultado inmediato.

Mientras tanto, otras selecciones del resto de la confederación, particularmente varias del Caribe, han entendido la importancia de profesionalizar sus procesos. Semilleros más organizados, continuidad en los banquillos, inversión en atletas jóvenes y una visión a futuro que ya empieza a dar frutos. El contraste explica mucho del presente centroamericano.

Lo sucedido rumbo al 2026 no es un simple fracaso deportivo, es un síntoma.
Costa Rica tendrá que reencontrarse con su esencia y permitir que su proyecto sea más grande, reconstruir incluso su liga y voltear a sus fuerzas básicas para volver a exportar jugadores.
Guatemala tendrá que transformar su ilusión en un plan sólido que no dependa de inspiraciones aisladas, así como intentar invertir en infraestructura que fomente la práctica profesional del deporte.

El Mundial 2026 se jugará en la zona, pero Centroamérica estará ausente, tan solo Panamá representará a la región, en un momento que parecía histórico, casi todos quedaron a deber.

La pregunta no es por qué fallaron esta vez, sino cuánto tardarán en reconstruirse para volver a competir de verdad.

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