#4 Tiempos
“Crónicas de la América profunda”: un libro para comprender a la clase trabajadora de derecha | Columna de Edén Ulises Martínez
Funambulista
“Así es Estados Unidos, un paraíso en el que la codicia recibe el nombre de iniciativa y es considerada una virtud. ¿Acaso estos ciudadanos exitosos e incultos le sirven de algo a la sociedad? No. Le sirven de mucho a la economía, que para ellos, hombres pujantes y llenos de iniciativa, viene a ser lo mismo que la sociedad.”
—Joe Bageant
Para Joe, quien pasó sus últimos días en Ajijic, Chapala, en el 2011.
La vida llevó al más grande cronista de la White America, irónicamente, a morir en México.
Joe Bageant fue un periodista de Winchester, Virginia, ciudad que él mismo describe como la “más sureña del norte”, una localidad industrializada de mayoría blanca, con raíces históricas y étnicas en los escoceses-irlandeses del Ulster, esa raza que se convertiría en el carbón humano del sueño americano y de sus ideales belicosos y nacionalistas. Bageant, gordinflón, de cara redonda y pálida, publicó en el 2007 su crónica casi biográfica Deer Hunting With Jesus: Dispatches From America’s Class War, traducida al español como Crónicas de la América profunda (Editorial Lince), un recorrido por su ciudad natal y sus recuerdos de la infancia, que desnuda con “brutalidad y ternura” a esa parte de los Estados Unidos que carece del glamour y los reflectores de Los Ángeles o de Nueva York, esa parte de la sociedad estadounidense que se esconde bajo la alfombra, entre el polvo, la grasa y la mugre, y que consume su tiempo entre carreras de NASCAR y cervezas Bud-Light: la clase baja blanca trabajadora.
En el libro, Joe, quién logró escapar de su predestinado futuro como operador de maquinaria en Rubbermaid o cajero de Home Depot para convertirse en periodista y editor, regresa a los barrios de caravanas móviles de Winchester, en parte por nostalgia pero también porque se ha dado cuenta de que los progres y liberales de izquierda, la gente educada del mundo editorial y de la alta cultura, no han logrado y quizá no han ni intentado comprender a sus conciudadanos: esos millones de votantes conservadores que son la principal base electoral del Partido Republicano.
Joe nos guía a través del territorio urbano de su juventud redneck, blanca y protestante, y lo hace desde el Royal Lunch, el bar local por excelencia, en donde todos los sectores de la sociedad se juntan para pasarse las noches entre litros de whiskey escocés y música country. Desde las sillas viejas y la iluminación opaca del Royal conoceremos la historia de Dottie, mujer de la tercera edad a quien cargar un tanque de oxígeno no le impide llegar al bar a cantar algunas canciones; la de Dink Lamp, famoso por haber derrotado a un chimpancé en una pelea de la feria regional; o la de Nance Willingham, madre de dos hijos y trabajadora de forklift, cuyo pensamiento político se podría resumir en creer que las feministas son “una pandilla de lesbianas de la costa oeste”. El Royal Lunch es el lugar perfecto para comenzar a radiografiar las vidas de los habitantes de Winchester, el único sitio en donde gracias a los efectos del alcohol los hombres y mujeres que se creen demasiado duros se permiten a sí mismos comentar cómo su vida no ha resultado ser lo bastante buena como lo prometía el sueño norteamericano.
Las Crónicas narran los aspectos más generalizados del proletariado blanco de la Costa Este: La naturaleza apolítica propia de la psicología del tough guy; la manera en que las firmas inmobiliarias de caravanas móviles se vuelven negocios con índices de ganancias obscenos cuando se trata de cobrarle a los que no pueden costearse una casa; la explotación en los trabajos por subcontratación, con una lógica igual de cruel que en los países del tercer mundo; el control y la influencia de las “miles de iglesias metodistas, presbiterianas y pentecostales” que han sido utilizad as como herramienta política por el Partido Republicano; la incomprensión y el prejuicio intelectual de las clases refinadas en cuanto a la cultura de las armas y de la cacería; y el tremendo deterioro del sistema de salud pública, que a la par de la proliferación de los hospitales privados han creado una cultura del endeudamiento progresivo entre los más necesitados.
Mientras avanzamos en el libro, los datos que Bageant suelta sobre esos temas quizá no nos parezcan más sorprendente que la manera en que los habitantes de Winchester reaccionan a éstos. Los blancos de los guetos lumpen estadounidenses se han tragado toda la historia de la grandeza norteamericana y los Republicanos de las élites locales se han encargado de mezclar este mito con las prácticas sociales, culturales y económicas más contradictorias y nocivas que nos podamos imaginar. Este gran segmento de la población (el 40%, lo que los vuelve el sector en pobreza más importante del país, incluso sobre los afroamericanos y latinos) odia todo lo que huela a sindicato laborista o a huelga, desconfía de los intelectuales de las universidades (y de la ciencia en general), reniega del asistencialismo social y además de todo eso, ha desarrollado un sistema moral en el que los pobres merecen ser pobres porque no supieron cómo hacerse ricos, y en el que habrá que aguantarse sin quejarse de la suerte que la “providencia” les plantó. Es decir: se han convertido en el votante perfecto de la derecha, en el mejor combustible para la maquinaria del capitalismo sin regulación.
Aún ante todo lo antes dicho (y eso es precisamente lo que hace que Crónicas de la América profunda sea un libro verdaderamente bueno) Joe Bageant no juzga a Dottie, ni a Dink, ni a Nance. No se adelanta a tacharlos de estúpidos, de incultos, o de basura blanca, sino que se pone en sus zapatos: “Si le hubiera tocado llevar esa vida de trabajo duro y fuese de los que prefieren cualquier cosa antes que recibir una limosna del Estado, usted también sería conservador (…) Quiero decir que sería tan cauteloso y reaccionario como para votar al hombre que parece suficientemente firme para mantener los precios de la vivienda en alza, acabar con los enemigos invisibles que acechan desde el extranjero y darle a Dios la palabra en lo relativo a la política interior.” Al final de cuentas son su gente, su familia (su hermano es un pastor cristiano ultra protestante), conoce sus demonios y los pesos que tienen que sostener sobre sus espaldas, el olor de cerveza derramada en el suelo y las carencias e imposiciones de su estilo de vida.
Su acusación y su denuncia no es en contra de los habitantes de esas profundidades, sino que están dirigidas hacia una izquierda que ha sido cada vez más miope e incapaz de comprenderlos, que los ha dado por perdidos y los ha estigmatizado como como bárbaros pueblerinos incapaces de pensar. Una izquierda políticamente incompetente que no ha sabido entender las motivaciones de este sector de la población, y que por lo tanto ha permitido que se vuelva cada vez más reaccionario: “Desde esa perspectiva privilegiada, los liberales ven a los trabajadores blancos como unos tipos cabreados, belicosos, intolerantes y felices títeres del imperio americano, lo cual supone ignorar la pregunta de cómo llegaron a convertirse en eso, si es que realmente son tal como esos liberales los ven.”
Ahora, a más de 10 años de su publicación, Crónicas de la América profunda es un libro ideal para entender a los votantes de Donald Trump y el perfil social y psicológico de la clase obrera norteamericana. Sin embargo, la cercanía de su descripción y la calidad informativa de la investigación que Bageant hace de los blancos pobres vuelven a las Crónicas útiles y hasta necesarias para comprender a las Dotties de todo el mundo (México incluido), la cultura de la pobreza y su relación con la política, el fallo de las izquierdas y el ascenso mundial de la ultra derecha, que nos guste aceptarlo o no, muchas veces ha logrado establecer más empatía (aunque cínicamente) con los menos privilegiados, a quien la progresía no se cansa de juzgar.
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#4 Tiempos
Paola Longoria, el orgullo del deporte potosino | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
San Luis Potosí ha tenido deportistas importantes en varias disciplinas, algunos de ellos han sido medallistas olímpicos, como Daniel Bautista que obtuvo medalla de oro en caminata. En los últimos años una deportista ha sobresalido a nivel mundial, convirtiéndose en la mejor raquetbolista del mundo, Paola Michelle Longoria López.
Nacida en San Luis Potosí el 20 de julio de 1989 y siendo una adolescente fue la primera mujer mexicana en obtener el puesto número uno del ranking profesional en ráquetbol, en la temporada 2008 – 2009. Desde entonces encabeza la lista de las raquetbolistas a nivel mundial, obteniendo varias veces el campeonato mundial de la Federación Internacional de Ráquetbol, tanto en categoría individual como en dobles femenil donde hace mancuerna con Samantha Salas.
Estos logros, los comparte con otros potosinos que han descollado en este deporte, lo que habla de un inicio de escuela raquetbolista en San Luis, que no ha podido consolidarse como debía de ser. El problema común de muchos deportistas mexicanos es la falta de apoyo, lo que hace que estas estrellas deportivas busquen senderos propicios para su desarrollo deportivo, por lo que no fue extraño ver a Paola Longoria representar a otros estados del país.
Con un estilo único en la práctica de su deporte, desde la forma en que toma la empuñadura de su raqueta hasta el despliegue de su juego, la ha llevado a ser la máxima medallista en los Juegos Panamericanos y haber ganado el Premio Nacional del Deporte, máximo reconocimiento para deportistas en el país.
Su carrera deportiva la ha realizado al parejo de su formación profesional fuera del deporte, estudió ingeniería y una maestría en ciencias política, así en últimas fechas ha seguido la vena de la política, alzando la mano para ocupar puestos de dirección del deporte en México, y participar en medio legislativo mexicano.
Su esfuerzo, disciplina y talento para el deporte de ráquetbol la ha convertido en una de las mujeres más influyentes en el país por lo que se le reconoció como tal en el año 2016, siendo nombrada como una de las 50 mujeres mexicanas más influyentes. Reconoce el esfuerzo deportivo de las deportistas mexicanas quienes han sobresalido a nivel mundial y han dado proyección al deporte mexicano.
En una entrevista Paola habló al respecto llamando a dejar de lado animosidades y unir el esfuerzo de hombres y mujeres para el desarrollo de México.
Es momento de dejar atrás animosidades y empezar a trabajar hombres y mujeres como equipo, orgullosa habla sobre el rol de la mujer en el siglo XXI en donde ha habido una reivindicación a nivel mundial, demostrando que todos son igual de capaces de sobresalir ya sea en los deportes como en el gobierno o en los negocios.
A las mujeres de México, Paola pide nunca rendirse, que la autodeterminación y el esfuerzo sobrelleven los obstáculos que se puedan presentar. A sus ojos se vive en el país un clima de mayores oportunidades para las mujeres, quienes tienen las herramientas para lograr lo que deseen siempre en coyuntura y nunca por debajo de nadie.
Paola Longoria es el ejemplo de la necesidad de poner escenarios diversos a los niños donde puedan desplegar sus talentos y encauzarlos en su formación; ella tomó una raqueta de tenis a los seis años y a la larga llegó a ser la estrella deportiva que ahora es ejemplo para las niñas y jóvenes mexicanas. Venció obstáculos en su desarrollo y se abrió camino en un medio donde luego se escatiman los apoyos al talento deportivo o se llega a la persecución administrativa, como la que sufrió por parte de la Conade por motivos financieros.
Como sucede con algunos deportistas mexicanos, entró a formar parte del ejército mexicano y siendo ascendida a teniente, como reconocimiento a su esfuerzo y logros. Paola Longoria en una de las más importantes deportistas potosinas y debemos estar orgullosos de ello.
“Somos el sexo fuerte, somos como alguien dice “las tercas”, las que nunca nos damos por vencidas y eso también nos ayuda muchísimo a ser líderes y a crear oportunidades entre nosotras mismas.”
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#4 Tiempos
Desde el tintero de Jorge Saldaña
DESDE EL TINTERO
Caso Morales ¿Quién miente?
Señores gobernador y alcalde de la capital: Habiendo tantos temas buenos para pelearse como la seguridad, el agua, Pozos, o hasta la grilla electoral venidera, ¿De verdad van a pelear por el tema de Morales? Chale, no sean así…
Simplemente hay que ver que alguien está mintiendo a uno de ustedes, o a los dos.
La obra de rehabilitación anunciada desde mayo primero paró por el amparo de una asociación civil, pero salvado el asunto de permisos y proyectos y de acuerdo a lo que relata el primer mandatario, ya debió estar terminada, sin embargo -aquí la queja- Gallardo denunció que ha sido el Ayuntamiento el que no deja entrar las maquinas y hasta deslizó un “ojalá que no sea por instrucciones del alcalde” y hasta puntualizó que aunque dan todos los permisos y autorizaciones “por abajo nos chingan”.
Por su parte, el Ayuntamiento aseguró, a través de Christian Azuara, que la instrucción del alcalde es totalmente opuesta, que se han dado ordenes de dar todas las facilidades y apoyo para que se lleve a cabo la rehabilitación.
¿Quién miente pues? ¿Quién está “chingando por abajo”? Y más importante, ¿a quién beneficia que el tema de una obra menor (en proporción a otros proyectos) enfrente a ambos mandatarios?
No se vale que, para justificar un atraso (por vaya usted a saber qué motivos) la secretaría o constructora encargada del proyecto, ponga en posición de enfrentamiento a Gallardo y a Galindo.
Lo que es de interés de toda la población es que la rehabilitación se realice, y si ustedes dos están en esa misma sintonía ¿Por qué dejar que sus empleados enreden las cosas al grado de detenerlas? Orden, señores.
La elección panista
Decir los “Azuara” resulta injusto porque seguro hay muchas personas con ese apellido que no se dedican a negociar pérdidas partidistas, ni a invertir en hoteles boutique en Real de Catorce, ni a la especulación política para empoderarse a través de un personaje que se hizo millonario gracias a sus relaciones con los hijos del expresidente.
Mejor digamos, Xavier y David Azuara Zúñiga.
Este par de personajes están metidos en una nopalera (eso del berenjenal es un lugar común) y para donde se muevan se van a espinar.
La elección de la nueva dirigencia panista está a la vuelta de la esquina y, como ya se sabe, tendrá que ser para un perfil femenino.
Los hermanos Azuara Zúñiga, uno diputado federal y el otro nada, han prometido a personajes como el Batman de Tanquián (otros le llaman el nuevo Tekmoloco) obtener la dirigencia estatal panista para así asegurar candidaturas en el 2027. Quieren la capital (siempre la han querido) y quieren tener el membrete para la candidatura al gobierno del estado.
Sin embargo, no tienen nada que ofrecer y se les va a caer el teatro con el que mantienen el interés de su patrocinador, es decir, perdiendo el partido ¿qué mas pueden ofrecerle a su Batman? Se les va a acabar el patrocinio.
En su desesperación lanzarán a la regidora Maru Castro, que ya la pusieron a buscar a los consejeros estatales del interior para lograr votos, escenario que se ve muy complejo por más dinero que le inviertan.
Xavier y David, socios y compadres de Sánchez Zumaya tendrán que ser creativos y ofrecer alguna otra cosa para seguir gastando la fortuna de su mecenas.
De ahí la importancia de la solicitud de licencia al senado que hiciera Verónica Rodriguez para buscar refrendar su puesto como líder del b lanco y azul en San Luis porque al lograrlo, prácticamente eliminaría del escenario a los ambiciosos hermanos.
En una lectura rápida ni siquiera tiene por qué negociar con ellos, Verónica, arropada por el panismo activo (muy disminuido por cierto), puede sacar la elección sin mayor problema, sobre todo si enfrente le ponen a una rival como Maru Castro, que tiene grandes virtudes, no obstante todavía no tiene las credenciales para dirigir al panismo, y no se merece hacerlo por encargo de terceros.
Hay que decir además que la reelección de Vero, como se anticipa, subraya en la lista a la gubernatura a Enrique Galindo cuando si éste se decide a cambiar de camiseta, asunto que también se anticipa.
Oigan… ¿Y la deuda de Aguas del Poniente?
En teoría, y solo en teoría, desde hace 8 meses cuando se firmó el Acuerdo del Agua entre la empresa Aguas del Poniente y el Ayuntamiento, la recaudación de estos 4 bimestres tendría que estar depositándose en cuentas del municipio y por lo tanto se puede saber cuánto cobraba la empresa concesionaria por dotar de agua al mega polígono del poniente de la capital que no solo abarca al club de golf, sino a toda la plaza comercial, todo Lomas del Tecnológico, Rinconada de los andes, todos los negocios alrededor de la glorieta, hoteles y un etcétera grandote.
Si el Ayuntamiento en estos 8 meses de gracia o “transición” que dio a la empresa sabe cuánto se recaudaba por bimestre, sería muy fácil calcular (restando el valor del dinero, inflación y otros factores) lo que la empresa cobró durante 15 años sin pagar un peso al municipio.
Que no vayan a salir ahora que con la infraestructura que deja el concesionario (léase el buen Chato López) se va a descontar de la deuda. Sería como haber rentado un departamento, no recibir renta por 15 años, darle 8 meses de gracia y luego tomar a cuenta de la renta los focos que puso el inquilino.
Si ya se reconoció el adeudo y se puede calcular el monto, solo se puede hacer una sola cosa que es cobrar.
Además sería un gran gesto de transparencia para todas las partes el saber y reconocer cuánto dejó de pagar la empresa durante todo el tiempo en que las pasadas administraciones no movieron un solo dedo para poder cobrar los derechos de esa concesión.
¿Y Minera México?
Hablando de deudas, estamos muy apurados por la de Aguas del Poniente mientras que el Grupo México o la minera como la conocemos, debe más de 200 millones de pesos de predial y otros derechos. ¿Por qué tantas consideraciones? El grupo México poco o nada aporta a la ciudad y se ha negado en diferentes momentos tanto a usar sus vías como a donar o vender parte de sus terrenos para conectar a la Avenida Hernán Cortés con el periférico y aún así todavía hay que esperar a que paguen como si les hiciera falta recurso a los pobrecitos. Que paguen, no se hagan.
Última pregunta
¿Por qué será que les angustia tanto a la clase política lo que ocurra al interior de Morena con el nombramiento del nuevo secretario Pepe Grimaldo?
Finalmente ni Rita ni Pepe van a tomar decisiones cuando se tenga que tomarlas, los acuerdos políticos y alianzas rumbo al 2027 se tomarán en la federación. Parece un escandalito muy barato y poco fundamentado que a nadie quita el sueño.
Nota final:
Me refiero como “Batman de Tanquián” al personaje de Gerardo Sánchez Zumaya por si alguien tenía la duda. Los comparo porque así como el murciélago, el único super poder del de Tanquián es tener dinero. La diferencia es que el señor Wayne hizo su fortuna honradamente.
Hasta la Próxima
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#4 Tiempos
La constructora de escenarios científicos para la juventud del Altiplano | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
Hija de una de las mujeres graduadas en la Escuela de Enfermería y Obstetricia, María Teresa Rodríguez González, que desde el terreno de su profesión apoyó y organizó a las comadronas de Matehuala a efecto de que realizaran de manera más higiénica y profesional su trabajo, inspirada en el desempeño que tuviera en las zonas ixtleras como enfermera partera en los servicios médicos rurales.
Creciendo en un hogar de personalidades ligadas a la salud, pues su padre era un médico reconocido que atendía en Matehuala, no es de extrañar que siendo ingeniera electrónica de formación, Raquel Ávila Rodríguez se dedique a temas relacionadas con la salud. En la actualidad a través de su doctorado en ingeniería eléctrica, ha incursionado en aplicación de instrumentación y en técnicas de estudios de problemas de salud a través de su interés de estudio en ciencias químico – biológicas y tecnologías. Raquel Ávila se desarrolla académicamente en la unidad que la Universidad Autónoma de San Luis Potosí tiene en Matehuala.
Raquel Ávila Rodríguez, ha implementado técnicas espectroscópicas para el análisis de sistemas orgánicos, por ejemplo, diagnóstico clínico de infecciones, que por lo regular es realizado por métodos serológicos, los cuales detectan anticuerpos específicos asociados a patógenos como bacterias, virus o exotoxinas. A través de microscopía Raman logró estudiar suero humano para detectar anticuerpos, los cuales son proteínas presentes en los fluidos tisulares que ayudan a la eliminación y naturalización de patógenes o antiagentes, lo que aporta a la obtención de nuevos métodos más fáciles y precisos para detectar estos anticuerpos, en comparación con los métodos serológicos que procesos especiales para la preparación de muestras, reactivos químicos especiales y requieren largos tiempos para detectar anticuerpos.
Además de este tipo de contribuciones, Raquel Ávila se ha involucrado en la atención de jóvenes y niños que se interesan en realizar proyectos científicos en escenarios extraescolares, apoyando eventos nacionales como Expociencias, entre otros, los cuales propician ambientes de trabajo en grupo a estudiantes de todos los niveles educativos en lo que se denomina actividades para el recreo científico a nivel mundial en el llamado Movimiento Internacional para el Recreo Científico y Técnico (MILSET), que coordina las ferias de ciencias más importantes a nivel mundial.
De esta manera Raquel Ávila ha coordinado este evento en Matehuala, además de asesorar a alumnos de licenciatura en proyectos orientados a la salud que han representado a México en varios de estos eventos internacional.
Con sus actividades académicas que combinan la generación de nuevo conocimiento, el desarrollo de novedosos sistemas de mediciones con aplicaciones a la salud y la divulgación científica, es una catedrática representativa de la nueva generación de científicos mexicanos que combina su trabajo de investigación con la divulgación del mismo.
En Matehuala ha contribuido a propiciar escenarios de participación a niños y jóvenes a través de actividades extraescolares, lo que permite no sólo despertar vocaciones, sino coadyubar a una educación integral para las nuevas generaciones, con un alto grado de sentido social en cuanto al uso de conocimiento para propiciar la solución al gran número de problemas que demanda nuestra sociedad y que se incrementarán significativamente en los años por venir.
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