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El fracaso de los dirigentes de Morena en SLP
Rita Rodríguez es la nueva líder de un partido que, pese a ser la primera fuerza a nivel nacional, no ha logrado un triunfo significativo en el estado
Por: Redacción
Rita Ozalia Rodríguez fue electa como dirigente estatal de Morena San Luis, respaldada por el voto de los y las 70 consejeras locales del partido, así como por el grupo político de Claudia Sheinbaum, al que también pertenece su hermana Rosa Icela Rodríguez.
Rodríguez llega a un partido que, pese a ser la primera fuerza política a nivel federal, no ha conseguido un triunfo electoral importante en San Luis Potosí en ocho años de existencia, pero que además está marcado por la división, tanto que en el pasado periodo electoral, a pesar de la voluntad de la mayoría de sus votantes y militantes, tuvo a Xavier Nava y Mónica Rangel, dos outsiders, como candidatos a la alcaldía y la gubernatura.
La nueva dirigente del instituto creado por Andrés Manuel López Obrador toma el control en medio de una serie de quejas entre dos alas del morenismo, una encabeza por Sergio Serrano, dirigente saliente, que señala la designación de consejeros estuvo infiltrada por irregularidades, y la segunda dirigida por Gabino Morales, delegado de los Programas del Bienestar del gobierno federal y ex líder del partido.
El trabajo de Morales y Serrano puede ser calificado como un fracaso, ya que electoralmente sus candidatos se han limitado a conseguir terceros y hasta cuartos lugares en su intento por tomar los gobiernos municipales y estatal. A continuación repasamos su historia:
GABINO MORALES
Gabino Morales Mendoza es uno de los fundadores del Movimiento de Regeneración Nacional en San Luis Potosí. Fue dirigente estatal del partido entre el 2014 y 2018, año en que López Obrador, ya como presidente, lo nombró delegado de los Programas del Bienestar.
Morena participó por primera vez en una contienda electoral en el año 2015; Sergio Serrano Soriano y Joaquín Antonio Muñoz Mendoza fueron los elegidos para competir por la gubernatura y la alcaldía de San Luis respectivamente, no obstante, cada uno pudo conseguir poco más del 2% de los votos.
Serrano alcanzó sólo el quinto lugar, por detrás de Juan Manuel Carreras (PRI), Sonia Mendoza (PAN), Fernando Pérez Espinosa (PRD y Eugenio Govea (MC).
Joaquín Antonio Muñoz Mendoza consiguió el cuarto lugar, donde resultó vencedor Ricardo Gallardo Juárez (PRD), el segundo lugar fue para Xavier Azuara Zúñiga y Manuel Lozano Nieto (PRI) llegó al tercero.
La última elección que comandó Gabina Morales fue la del 2018, en la que Leonel Serrato fue el candidato de Morena para la alcaldía y terminó en el tercer lugar, por detrás de Xavier Nava (PAN) y Ricardo Gallardo (PRD), esto a pesar de que Andrés Manuel López Obrador fue el candidato presidencial más votado en el estado.
SERGIO SERRANO
Tras la salida de Gabino Sergio Serrano tomó el control de Morena, en una gestión que estuvo marcada por su poca influencia que tuvo en las decisiones del partido, la migración de sus perfiles más importantes al Partido Verde, la postulación de perfiles contrarios a los valores de la izquierda y de nuevo los malos resultados.
Durante los años de Serrano como dirigente del morenismo, el partido no construyó liderazgos sólidos ni estructuras territoriales de importancia, lo que quedó demostrado en la elección 2021, la única bajó su mando, ya que no se logró un consenso para que Morena fuera en coalición junto al Partido Verde y el Partido del Trabajo como ocurrió en casi todo el país.
Mónica Rangel, ex priista, ex secretaria de Salud con Carreras, con cargos hoy comprobados de desvío de recursos públicos, fue la candidata a gobernadora luego de una muy larga disputa en la que quedaron fuera aspirantes como Juan Ramiro Robledo, Leonel Serrato, Paloma Aguilar, Primo Dothé, Lucy Lastras…
Xavier Nava, ex panista, ex precandidato a gobernador por la coalición de la derecha, ex perredista y crítico constante de Andrés Manuel, fue presentado para ser el candidato de Morena a la alcaldía.
Ambas candidaturas fueron rechazadas por la militancia y simpatizantes de Morena, incluido el propio Sergio Serrano, quien argumentó que era una imposición de Mario Delgado, presiente nacional del partido, lo que dejó de manifiesto su nula relevancia.
A la par, muchos morenista abandonaron al partido y migraron al Verde, o sencillamente no apoyaron a las postulaciones guindas y operaron en favor de otras.
Los resultados fueron contundentes y Morena hizo en San Luis uno de los peores papeles en todo el país, al quedar en tercer lugar para la gubernatura, detrás de Ricardo Gallardo (Verde-PT) y Octavio Pedroza (PAN-PRI-PRD); mismo resultado en la alcaldía donde el triunfo fue para Enrique Galindo (PRI-PAN-PRD) y el segundo lugar se lo quedó Leonel Serrato (Verde-PT).
RITA RODRÍGUEZ
Rodríguez toma un partido seriamente disminuido, pues el voto de izquierda lo ha monopolizado el Partido Verde, la presencia de Morena en el Congreso y alcaldías es mínima y su narrativa y credibilidad están puestas en duda; pero tiene de su lado el apoyo de la precandidata presidencial más importante.
Por delante tiene el reto de construir una estructura de tierra funcional, generar nuevos perfiles y cuadros que representen al partido, acotar la influencia política de Ricardo Gallardo en Morena, concretar una coalición en la que tengan presencia importante y, sobre todo, ser útil a quien decida postular la izquierda a la presidencia.
También lee: Rita Ozalia Rodríguez es la nueva dirigente de Morena San Luis
#4 Tiempos
La IA, periodismo, y la coartada perfecta | Apuntes de Jorge Saldaña
““Vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito”
Por: Jorge Saldaña
Hay épocas en las que la tecnología acelera más rápido que la ley en una carrera en pista sinuosa, de esas con curvas tan cerradas que hasta el volante tiembla.
Estamos ahí. La inteligencia artificial (IA) ya es capaz de imitar una voz al grado de confundir a tu mamá, de injertar un rostro en un cuerpo ajeno con precisión perfecta, de producir un “comunicado oficial” con sellos y sintaxis idénticos a los originales. Qué peligroso.
No obstante, lo que de veras me quita el sueño (y eso que soy dormilón) no es solo lo que la IA puede fabricar, sino lo que su misma sombra puede desmentir, es decir, que lo verdadero sea tirado a la basura señalándolo a la ligera como “irreal”.
Dicho en pocas palabras: sí temo a la mentira hecha con IA, pero temo más que la IA se vuelva la coartada perfecta para negar la verdad. ¿Me explico?
Pienso en un audio que exhibe una extorsión, en una foto que capta a un político con un criminal, en un contrato auténtico que documenta un desvío.
Con la reforma aprobada en San Luis Potosí (con tan solo 10 días de análisis) que tipifica el “uso indebido” de IA para provocar alarma, alterar la paz social, o dañar la imagen de un tercero, creo que nos pone a todos, pero aún más a los que nos dedicamos al periodismo, en un altísimo riesgo de que la primera reacción del involucrado no sea la responder al fondo, sino señalar al mensajero: “Eso lo creó la IA”, y entonces deberá ser el reportero, y no el delincuente exhibido, el que deberá de demostrar que su evidencia no es sintética o artificial, o se va al bote.
Invertimos la carga de la prueba: del hecho al emisor; del culpable al periodista.
No exagero: Artículo 19 ya advirtió lagunas de precisión en conceptos como “alarma pública” o “paz social” (que son ambiguos y propensos a la interpretación) y un riesgo de discrecionalidad que podría alcanzar desde la crítica política hasta la edición creativa.
Es cierto, la iniciativa del diputado Héctor Serrano, incorpora exclusiones para fines periodísticos, académicos, artísticos y de parodia “siempre que no exista dolo y se indique expresamente ese carácter”. Bien intencionado, sí. ¿Suficiente? No, porque el campo de juego queda resbaladizo y no hay árbitro judicial ni peritos especialistas en el tema.
Las modificaciones al Código Penal producto de la iniciativa de regulación a la IA, no define con precisión cómo demostrar el dolo, qué es alarma y, sobre todo, quién y cómo lo acredita.
Byung-Chul Han lo dijo en su libro Infocracia, (que me gusta mucho citar): “vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito.
Nuestro tiempo es el de la sospecha permanente, la duda como política de Estado.
El tema me recuerda a Orson Welles que lo anticipó en 1938 con La guerra de los mundos: una ficción radial que, contada como boletín, desató pánico.
Hoy no necesitamos actores; bastan modelos generativos, un par de clics y un algoritmo de difusión.
Imaginen —no es ciencia ficción— un boletín “verosímil” de la Sedena ordenando toque de queda; una “conferencia” de la presidenta aceptando una invasión o un “video” de un presunto homicida de un estudiante de Estomatología confesando un delito… (saben a lo que me refiero).
¿Qué tal que el homicida alega que el video que se filtró fue hecho con Inteligencia Artificial? ¿Se va a perseguir al medio que lo difundió? En una de esas, hasta el homicida sale libre…¿Ya me entiende, Culto Público a lo que me refiero, me preocupa, y me da comezón?
La IA escribe el guion; las redes, el miedo.
Ahora bien: San Luis Potosí ya legisló. ¿Hacía falta? Sí. Pero… ¿Así? ¿Tenemos la suficiente fortaleza académica, experiencia profesional y capacidades para fundamentar una legislación sobre esta materia que nos va ganando la carrera? ¿No será esto un acelerón en plena curva?
El que esto escribe, aprendiz de reportero, alcanza a ver al menos tres riesgos que no podemos ignorar:
1) La coartada perfecta del poderoso.
Frente a una investigación sólida, la respuesta fácil será: “es IA”. Si la norma deja ambigüedades, el periodista puede terminar litigando su autenticidad en vez de publicar, y esto puede generar un efecto inhibidor, una autocensura preventiva por miedo a ser acusado de crear “realidades sintéticas”.
2) La puerta trasera de la censura.
Cuando “alarma social” o “paz pública” no tienen parámetros verificables, cualquier pieza incómoda puede ser encuadrada como “desestabilizadora”. Hoy se promete que no; mañana basta un fiscal con prisas o un juez con miedo o a modo.
3) La prueba imposible.
En la práctica forense, demostrar que algo no fue generado por IA requiere peritajes especializados, sellos de procedencia, cadenas de custodia digitales. No los tenemos para temas como la IA ¿Quién los hará? ¿Con qué estándares? ¿Con qué independencia? Si no definimos eso, la balanza se inclina contra el informador.
Ante ello, creo que necesitamos definiciones más concretas, cerradas y taxativas, lo mismo que una “mente culpable” o como dicen los abogados una Mens rea probada, exigir dolo específico: intención de provocar alarma…me-di-ble y no de “sensación” de la misma.
Además, si alguien alega que una pieza es sintética o fabricada, que lo acredite con peritajes de laboratorios independientes (no “peritos de parte” -que además no hay en SLP- a modo).
Los periodistas también tenemos que tener garantías reales y no meramente declarativas.
Efectivamente hay una exclusión en la iniciativa aprobada para el ejercicio del periodismo, arte, academia y sátira, sin embargo, ¿quién garantiza que opere en los hechos, cuando alguien -como dije arriba- nada más porque sienta calor le llame a los bomberos…?
No se trata de negar el dilema —que es brutal y de múltiples aristas—, sino de evitar que la cura mate al paciente. Porque, paradójicamente, la IA que nos amenaza con fabricar mundos, también puede servir para validarlos.
A ver, para Usted mi Culto Público, le comparto dos escenarios de pesadilla y uno de esperanza:
Un “Falso con consecuencias reales”: Un “comunicado” apócrifo de Protección Civil que ordene evacuar colonias. Pánico, saqueos, accidentes. Nadie herido por la IA; todos por la estampida.
Un “Verdadero desmentido como falso”: Un video auténtico que documenta un abuso policial. Los responsables gritan “deepfake”, “IA”, un juez timorato concede medidas cautelares, y el reportero enfrenta proceso. La evidencia muere antes que el delito.
Uno de esperanza: que la norma haga lo que promete: perseguir mentiras sintéticas dañinas, proteger a víctimas (como las 400 estudiantes de Zacatecas) y blindar la crítica. Se puede, si se afina y lo hacemos de forma acompañada y profesional. No a la ligera.
La delgada línea entre vigilar y castigar —permítanme el guiño— no debería cruzarse hacia castigar al que vigila. La prensa, con sus errores y excesos que a veces tenemos (no me subo al púlpito ni tiro la primera piedra), sigue siendo el semáforo en una avenida oscura: si se apaga “por seguridad”, lo que viene no es orden, sino una carambola con trágicas consecuencias.
Cierro con una imagen. La IA es el Orson Welles de nuestros tiempos: puede narrar invasiones que no existen y desmentir revoluciones que sí ocurrieron. La diferencia será si, en San Luis, ponemos reglas claras, peritos que sepan, y un principio simple grabado en piedra: a la verdad no se le pone grillete; a la mentira, sí.
Insisto, si lo hacemos bien, con profesionalismo y sin miedo, quizá esta vez la radio hablando de marcianos no provoque pánico, sino lucidez.
Mañana será el diputado de Morena Carlos Arreola (qué casualidad) el que anuncie el desarrollo inmediato de foros con ciudadanos, académicos, especialistas, periodistas, abogados y otros grupos para discutir, plantear y afinar la iniciativa aprobada. Aunque lo convoque Arreola, ni modo, me apunto.
Nota: Esta columna no fue redactada con IA, sino con MIR (Mi Ignorancia Regular).
Hasta la próxima.
Yo soy Jorge Saldaña.
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Estado anticipa monto para la UASLP en 2026: Gallardo
El monto, que se incluirá en la Ley de Egresos, será equivalente al de este año mientras se define el convenio universitario
Por: Redacción
El gobernador Ricardo Gallardo Cardona informó que la Secretaría de Finanzas del Estado ya tomó previsiones para garantizar el recurso que corresponderá a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) en 2026, y adelantó que dicha cantidad será integrada desde ahora en la Ley de Egresos que enviará al Congreso del Estado.
Gallardo explicó que, aunque el convenio anual entre la UASLP y el Gobierno del Estado se firma hasta enero, esta vez se decidió anticipar el monto estimado para evitar desfases como los ocurridos este año, cuando los tiempos entre la firma del convenio y la aprobación del presupuesto no coincidieron y generaron presiones financieras para la institución.
El mandatario señaló que Finanzas partirá del mismo monto asignado este año —refiriéndose a los recursos que se destinan al inicio del ejercicio— mientras la universidad y la Federación definen la cifra exacta en su próximo convenio. Con esto, precisó, los legisladores tendrán que ajustar el presupuesto para asegurar que la cantidad prevista quede protegida en la Ley de Egresos 2025, que corresponde al ejercicio fiscal del próximo año.
Gallardo afirmó que el objetivo de esta previsión es que la UASLP arranque 2026 sin complicaciones, sin necesidad de solicitar recursos prestados durante los primeros meses del año, como ha sucedido históricamente debido a la demora en la llegada del recurso federal y estatal.
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FGESLP requiere 5 mdp para echar a andar Fiscalía de Búsqueda
María Manuela García dijo que el monto servirá para contratar personal y fortalecer prospecciones
Por: Redacción
Tras entregar su informe anual de labores ante la Comisión Primera de Justicia del Congreso del Estado, la fiscal María Manuela García Cázares reconoció que la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí enfrenta “muchos retos”, entre ellos el más urgente: transformar la actual Unidad de Desaparecidos en una Fiscalía Especializada, como lo exige la Ley General.
La fiscal destacó que todas las áreas han estado enfocadas en judicializar carpetas y atender los casos más sensibles denunciados por la ciudadanía, aunque admitió que el avance aún es insuficiente frente a la demanda existente.
En materia financiera, García Cázares confirmó que la institución solicitará una ampliación presupuestal para 2025, derivada precisamente de los costos que implica la creación de la nueva Fiscalía de Desaparecidos: más personal, más material, más prospecciones y mayor capacidad operativa.
La ampliación solicitada asciende a 5 millones de pesos como mínimo.
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