Fueron atacadas supuestas instalaciones nucleares en Fordow, Natanz y Esfahan

Por Roberto Mendoza

El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, confirmó que fuerzas militares estadounidenses llevaron a cabo con éxito una serie de ataques aéreos contra tres instalaciones nucleares ubicadas en territorio iraní: Fordow, Natanz y Esfahan.

A través de un mensaje difundido en sus redes sociales oficiales, el mandatario estadounidense detalló que se lanzó una carga completa de bombas sobre Fordow, considerado el objetivo primario del operativo. Informó que todos los aviones participantes ya se encuentran fuera del espacio aéreo iraní y en ruta segura hacia sus bases de origen.

“Hemos completado con gran éxito nuestro ataque contra tres sitios nucleares en Irán, incluyendo Fordow, Natanz y Esfahan. Todos los aviones ya están fuera del espacio aéreo iraní. Se arrojó una carga completa de BOMBAS sobre el sitio primario, Fordow. Todos los aviones están de regreso a salvo. Felicitaciones a nuestros grandes Guerreros Americanos. No hay otra fuerza militar en el mundo que pudiera haber hecho esto…” publicó Trump.

La operación aérea fue confirmada por agencias internacionales de noticias, que reportan el uso de bombarderos estratégicos B-2 Spirit equipados con municiones de penetración profunda, conocidas como “bunker busters”, diseñadas para impactar instalaciones subterráneas de alta protección como las de Fordow y Natanz, dedicadas al enriquecimiento de uranio.

Fuentes del Departamento de Defensa citadas por medios estadounidenses señalaron que los ataques formaron parte de una acción coordinada con Israel, en el marco de una creciente campaña militar contra las capacidades nucleares iraníes.

Hasta el momento, el gobierno de Irán no ha emitido una respuesta oficial detallada, aunque reportes preliminares desde Teherán indican una evaluación en curso sobre los daños y posibles bajas.

La autoridad advirtió que podría reactivarse “en cualquier momento” si la situación vuelve a escalar

Por Roberto Mendoza

La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, anunció este lunes la suspensión del toque de queda que se mantenía en el centro de la ciudad desde el 10 de junio, tras una semana de disturbios relacionados con redadas migratorias federales y manifestaciones posteriores. La medida se levantó luego de una disminución en los actos de violencia y los arrestos, aunque la autoridad advirtió que podría reactivarse “en cualquier momento” si la situación vuelve a escalar.

El toque de queda abarcaba una zona delimitada por las autopistas 5, 10 y 110 y se aplicaba originalmente de 8 de la noche a 6 de la mañana. El horario fue reducido posteriormente a partir de las 10 de la noche, antes de su levantamiento oficial.

La decisión de imponer restricciones nocturnas respondió a cinco días consecutivos de protestas intensas por parte de grupos civiles, tras la implementación de redadas migratorias ordenadas por el gobierno federal. Estas manifestaciones, algunas con enfrentamientos directos con las fuerzas del orden, provocaron destrozos en más de 20 negocios, incendios de vehículos y el bloqueo de vialidades clave

Bass sostuvo que la medida fue necesaria para proteger la integridad de residentes, trabajadores y comerciantes del centro angelino. Aunque destacó que el toque de queda cumplió su función disuasiva, dejó claro que las autoridades locales permanecen en alerta ante cualquier nuevo brote de violencia.

La suspensión del toque de queda no implica una relajación total. La policía de Los Ángeles mantiene una presencia reforzada en las zonas donde ocurrieron las mayores concentraciones de protesta. De acuerdo con el último reporte, más de 400 personas fueron detenidas durante los disturbios, y el costo preliminar de los daños materiales aún está en evaluación.

El gobierno municipal evalúa diariamente la situación y no descarta nuevas medidas restrictivas si se reanudan las protestas o si se registra un repunte de actos violentos.

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El presidente de Estados Unidos decidió regresar a Washington ante la intensificación del conflicto entre Israel e Irán

Por Roberto Mendoza

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó de manera anticipada la cumbre del G7 celebrada en Alberta, Canadá, y canceló todos los encuentros bilaterales que tenía programados para este martes, incluida una reunión con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.

La Casa Blanca informó que el mandatario estadounidense decidió regresar a Washington ante la “intensificación del conflicto entre Israel e Irán” y la necesidad de atender “asuntos prioritarios en territorio nacional”. La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, detalló que Trump “debe estar presente para tomar decisiones cruciales en las próximas horas”.

Durante su estancia en la cumbre, el presidente estadounidense sostuvo encuentros bilaterales con los líderes de Reino Unido, Alemania, Canadá y la Unión Europea

La reunión con la mandataria mexicana estaba programada para las 15:40 horas de este martes y contemplaba una agenda centrada en migración, comercio, remesas y seguridad fronteriza. La Presidencia de México confirmó la cancelación y no se ha anunciado una nueva fecha para retomar el diálogo.

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