abril 20, 2024

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#4 Tiempos

Un diálogo interdisciplinario: La Peste Negra (1349-1353) de Ole. J Benedictow | Columna de Edén Ulises Martínez

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Funambulista

 

¿Qué fue la Peste Negra? Quizás si buscamos en Wikipedia nos sería muy fácil responder que fue una enfermedad que azotó Europa en la Edad Media, que mató a un tercio de la población europea, o que la gente de la época, altamente religiosa, pensaba que era un castigo divino, signo de la proximidad del apocalipsis. ¿Pero en realidad qué fue la Peste Negra? ¿Qué tipo de enfermedad fue?

Tanto por su capacidad de establecer generalidades y recrear los recorridos de la enfermedad en Europa, como por la de explicar con lujo de detalles su reproducción en los países nórdicos, especialmente en Noruega, La Peste Negra (1349-1353) de Ole. J Benedictow, es un libro indispensable para entender a las epidemias y cómo afectan estas al ambiente y a la organización de las sociedades en que se reproducen.

En tan solo 7 años, de 1346 a 1353, la Peste se extendió de manera extraordinariamente eficaz desde Atenas hasta Oslo, con un índice de mortalidad tan alto que realmente no sorprende que la población que en esos años habitó Europa pensara que era la mismísima ira de dios.


El impacto tan profundo que tuvo la epidemia en todos los aspectos del mundo medieval la han convertido en uno de los acontecimientos históricos más estudiados: se han analizado sus aspectos culturales, psicológicos y religiosos. La historia como disciplina se enfocó por muchos años en estos elementos de la Peste, e ignoró otros, como el de su expansión demográfica: ¿Por qué la Peste se propagó tan rápido en un mundo aparentemente hermético como la Europa Medieval? Antes del siglo XX no existían investigaciones sobre el impacto demográfico-local de la mortalidad de la Peste, y tampoco sobre sus características epidemiológicas. El trabajo de Benedictow explica los elementos biológicos del comportamiento de la enfermedad, y además expone las características históricas de su reproducción demográfica.


La Peste

Hasta siglos después de que ocurrió, la gente comenzó a llamar a la enfermedad Peste Negra. Se cree que la causa fue un malentendido etimológico, una mala traducción de la expresión latina atra mors, en la que el adjetivo atra puede significar tanto terrible como negra. Ni los más pobres granjeros feudales ni los más ricos nobles o reyes sabían nada sobre bacterias o virus —y menos de patógenos microbiológicos— por lo que la palabra Peste funcionaba como un vocablo general para definirlos sin distinción.

En términos bacteriológicos la Peste fue una epidemia de Plaga Bubónica, una enfermedad causada por la bacteria Yersinia Pestis, que circulaba entre los roedores salvajes, sobre todo en donde se encontraban en gran cantidad. Estos lugares, por lo común almacenes de grano o edificios en puertos, fueron lo que se conoce actualmente como “focos de infección” o “reservas de patógenos”. La Yersinia Pestis infectaba humanos que vivían en compañía de ratas, por lo general de la especie conocida como rata noruega, o rata de barco, que son las actuales ratas de ciudad.

Ahora bien, por mucho tiempo se pensó que la manera en la que se infectaba a la población humana era por medio de mordidas de rata, pero no fue hasta finales del siglo XIX y principios del XX que se identificó el verdadero comportamiento de la infección gracias al estudio de brotes modernos en el siglo XIX: en 1870 se descubrió que las enfermedades contagiosas son causadas por unos microorganismos llamados agentes patógenos. Estos patógenos son los causantes de las enfermedades más comunes, como el resfriado, las paperas y la gripe.

Gracias a estudios de entomología y de patología se pudo definir la manera en que se transmitía verdaderamente la Yersinia Pestis: a través de las múltiples mordidas de pulgas de rata. La plaga primero mataba a la mayoría de la colonia de ratas del núcleo de contagio, y como las pulgas de rata se quedaban sin comida (se alimentan de seres vivos), se trasladaban a los seres humanos que tenían cerca gracias a la desesperación causada por el hambre. Después de la mordida el patógeno se filtra a un nódulo linfático que consecuentemente forma un bubón (un absceso) doloroso: por esto el nombre de Peste bubónica. La infección toma de tres a cinco días para incubar en las personas antes de que tengan síntomas, y otros cinco para que, en el 80% de los casos, estas personas mueran.

La arquitectura biológica de la Yersinia Pestis, la discusión sobre las diferencias entre epidemia y plaga, la teoría de plagas, y cómo se integran estas características a la historia de la Europa medieval, es explicado en la exhaustiva investigación de Benedictow presentada en otro de sus libros: What Disease was Plague? On the controversy over the Microbiological Identity of Plague Epidemics of the Past. Esto hace replantearnos la idea del oficio del historiador, Benedictow demuestra en La Peste Negra el dominio de conocimientos médicos y biológicos recientes, y, de manera inversa, contextualiza estos en la investigación histórica, que nunca es subordinada al segundo plano.


La expansión de Yarsinia Pestis

En menos de 7 años la Peste se trasladó desde la frontera con Asia hasta Copenhague, infectando en su camino ciudades como Roma, Florencia, Marsella, Barcelona y Londres, casi el 100% de Europa continental. Para explicarse esto se utiliza la teoría del contagio exponencial o metástasis: las colonias de ratas infectan a otras colonias de ratas, que, a su vez, infectan a otras colonias de ratas.

Las rutas de comercio marítimas y terrestres tuvieron que ser estudiadas y analizadas paralelamente en comparación con la velocidad en que Yarsinia se reproduce. La plaga, entonces, recorrió distancias considerables gracias a barcos con bodegas en donde las ratas negras/noruegas proliferaban. Incluso si las ratas morían en el viaje, las pulgas de las ratas sobrevivían lo suficiente hasta encontrar otro cuerpo, humano o animal, de dónde alimentarse. El hecho de que la plaga se transmita por estos animales significa que es una enfermedad que prolifera en las temporadas de calor, y que se retrae en invierno. Esto agrega otro elemento al estudio de la Peste: su patrón estacional o climático, su seasonal pattern.

Todos estos elementos, al juntarse con el estudio de documentos históricos de diversa índole (inventarios de navegación, listas de impuestos, censos, edictos de municipalidades, cartas, fletes, incluso algunas confesiones religiosas), hacen posible una hipótesis que explica cómo fue que la Peste Negra mató a tanta gente en tan poco tiempo.  
Las peculiaridades del agente patógeno Yarsinia Pestis no tendrían relevancia en la explicación de la catástrofe si no se consideraran de acuerdo con la forma en que se organizaba la economía y sociedad europea de la Edad Media. La forma en que la Peste Negra se reprodujo debería ser considerada un ejemplo que prueba la íntima e inseparable relación entre el hombre y el ecosistema, entre cultura y naturaleza. Yarsinia Pestis fue, en términos meramente biológicos, tan exitoso en su propagación, gracias a las redes de comercio que el hombre había creado.

Quizás lo más importante que Benedictow nos enseña, es que el mayor acontecimiento infeccioso que ha tenido la humanidad no puede ser entendido sin un diálogo Historia-Ciencias Naturales.

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#4 Tiempos

Lo único que nos falta | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

Ya no sé que pensar de este San Luis, hemos perdido una temporada que parecía de consolidación, hemos olvidado jugar al futbol, algunos futbolistas simplemente no aparecieron en toda la temporada, ya hemos pasado de todo.

Cuidado, el rival en puerta es un gigante dormido, un Toluca que sin ser brillante como otros, están en la pelea por el liderato general, el equipo histórico que nadie considera grande, visita hoy el Alfonso Lastras.

Toluca solo ha perdido dos partidos en el torneo, por cierto uno, el último, por goleada frente al América, hoy Toluca parece que no busca quien se la hizo, sino quien se la pague, hoy Toluca buscará revancha personal. El cuadro del Edomex es un equipo bien armado, con buena dirección y a pesar de no tener grandes nombres, juega bien, práctico, simple y sabe ganar de local o visitante.

Por su parte, San Luis es una caricatura, es el rival que ya no le gana a nadie, ni siquiera a los que están por debajo de su lugar en la tabla, un equipo que ha perdido mística y que muy apenas sabe a lo que juega. San Luis no solo perdió un torneo, sino que también perdió credibilidad, esta noche solo nos falta perder por goleada.

Repasemos brevemente las peores goleadas de esta franquicia. En el Clausura 2020, el 28 de febrero, Juárez metió 0-3 en la jornada 8 en la cancha del Lastras, afortunadamente ese torneo se suspende en la jornada 10.

En el Apertura 2020, Mazatlán vino y jugando de visitante, barrió 0-5 en la jornada 16 a un San Luis que ya solo peleaba por levantar un poco el orgullo, al menos la gente no lo vivió en el estadio, ya que jugábamos aún a puerta cerrada.

En el Clausura 2021 la cosa fue aún peor, pues Puebla se lleva del Lastras 3 puntos con un 1-4 en favor de la franja en la jornada 15, para rematar en la jornada 17, Pachuca visita y golea 1-5 a una de las peores caras de San Luis con esta franquicia.

En el Apertura 2021, Atlas goleó en su casa a los potosinos con un 2-6 que pudo terminar en peor catástrofe.

Y como olvidar la última y tal vez más dolorosa derrota, 0-5 a manos del América en las semifinales del torneo pasado, justo ahí es cuando se comenzaron a ver las carencias de San Luis, eso que hoy nos tiene preocupados.

Lo único que nos falta es despedir un torneo en el Lastras, pasando vergüenzas, ojalá que Toluca no juegue tan bien como acostumbra. A pesar de que se pronostica una derrota del equipo de casa, que esta no sea compleja, que no se de abultada, ojalá no pase más allá de perder a lo mucho, 3 puntos.

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#4 Tiempos

¡Las cosas buenas que tengo! | Columna de Luis Miguel Dorador

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Un fin de semana sin celular

 

El viernes inició el fin de semana con una exquisita comida en Marengo, por el rumbo de Chapultepec. Cuando se da el encuentro de tres almas que han recorrido existencias juntos y vuelven a la mesa redonda en la que todos somos iguales, la comunicación entre el caballero, el consejero y el escudero, convierten una sesión ordinaria en una cumbre de altos vuelos en la que toooodo se puede lograr.

La sopa de lentejas tiene un sabor especial, pues la tradición nos habla de que alguien fue capaz de hacer a un lado su herencia por un plato de lentejas… ¿Te imaginas cuando además del plato de lentejas recibes el legado que está escrito y destinado para ti? Eso es extraordinario y permite que se comparta la sal y el vino de la mejor uva en un ambiente en el que las señales nos hablan claramente sobre la importancia de mantener activo el lado femenino de las cosas para poder caminar con los pies firmes sobre un piso que no dejará de tambalear en ese sendero que continuarás avanzando con facilidad porque estás consciente de tu esencia.
¡¡¡Gracias Toño y Gracias Mau!!!

Luego de un silencio casi sepulcral de varios días, la noche del viernes recibí una llamada que me alegró el corazón. Cuando pasa mucho tiempo sin saber de alguien que amas de verdad y de repente aparece nuevamente, todo parece tomar sentido y como se dice, te vuelve el alma al cuerpo.
Gracias, Gracias, Gracias….

Con el alma bien puesta en el cuerpo desperté el sábado muy temprano para ir a realizar la selección de cada uno de los ingredientes para cocinar paella y si bien, los pedidos eran suficientes para resolverlo todo de manera sencilla….. me quedé sin gas. Pero cuando sabes cocinar, el combustible es solamente un factor que no debe alterar el orden de los conocimientos para poder obtener el resultado que buscas y lo logramos. En cuestión de unos minutos ya teníamos un fogón improvisado de carbón y la flama dio lugar a la brasa blanca con la que, una temperatura sostenida nos dio el resultado para poder entregar a los clientes sus pedidos a tiempo y en su punto.

Tantos años de convivir con el carbón en la Sultana del Norte y el aprendizaje de su uso y sus formas, adquirido por la generosidad de mis mejores amigos regiomontanos hizo posible el reto y tooooodo salió bien.
¡¡¡Gracias Monterrey!!!
#soypaella

Por la tarde, tuve la oportunidad de encontrarme con un amigo muy querido en el Hermoso Cariñito, por el rumbo de Juan de Oñate, antes de llegar a Carranza. El lugar es súper agradable porque tiene una terraza que permite en estos días de calor intenso, disfrutar de una atmósfera en la que el aroma del café y el puro envuelven la conversación sobre proyectos que pronto se convertirán en realidad. En la música estuvimos acompañados por “El Ipod” que es el seudónimo de un trovador excepcional y de pronto, ya era de noche y buena hora para ir a descansar.
¡¡¡Gracias Luchito!!!

El domingo por la mañana me fui a desayunar a un cafecito que está por Arista, antes de llegar al Jardín de Tequis. Luego de unos chilaquiles con aldilla era prácticamente obligado pasear por ese Jardín que es un verdadero tesoro.

En este fin de semana también sucedieron muchas cosas en otras partes del mundo y el ataque masivo, por la cantidad de armas empleadas por Irán sobre el cielo de Israel fue neutralizado por una respuesta que evitó de manera muy eficaz el derramamiento de sangre, aunque la tensión en medio oriente sube a niveles en los que los ejes del Mundo manifiestan sus intenciones de encontrar la fórmula pacífica de evitar el crecimiento de un conflicto de siglos… esperamos con verdadera intensión que se encuentre una buena solución.

Con el gran entusiasmo de que esta semana que inicia sea una derrama de bendiciones para tod@s, solo me queda decirles:

¡¡¡Ánimo que ya casi es viernes!!!

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#4 Tiempos

El cine todavía | Columna de Carlos López Medrano

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Mejor dormir

 

Debería haber una palabra para describir esa sensación que se tiene al salir del cine después de ver una buena película. Es un ánimo inigualable. Tocas tierra con un nuevo brío. La gente del centro comercial no lo vislumbra, pero eres alguien distinto al que compró su entrada dos horas antes.

Emerges de la penumbra con una membrana renovada. Con ella replanteas tus esquemas (aunque quizá lo olvides al día siguiente tras contaminarte de la rutina). Reconectas con lo que en verdad importa. Es como si una aspiradora le diera un servicio a tu mundo interior con calefacción incluida.

La manida (y estéril) controversia sobre si las series han superado al cine, queda desacreditada por momento así. Por más buenas que las series sean, no ofrecen eso que el cine sí. La intimidad acompañada en la sala. Los rituales previos. El camino de regreso en el que rememoras diálogos, en el que te acuerdas de una persona a la que le hubiera gustado esa cinta, aunque ya no se lo dirás nunca. Un gran plan cuando no tienes planes.

Solo esmérate un toque. La gran pantalla impone sus reglas, exige un mínimo de compromiso de tu parte. No te quedes derrotado en casa, envuelto en una triste pijama mientras comes una quesadilla. No: tienes que ponerte de pie, venir, sentarte con propiedad y luego levantar la cara. Alza la oreja también. Déjate llevar por el celuloide.

Ir al cine es como mirar el mar por un rato. Es una terraza particular, lo audiovisual en su tinta. La máxima expresión a la sombra. Así que haz el favor de no hablar en la butaca, si eres tan amable. Que la proyección se encargue de remover lo que hay que remover en ti. Métete en la burbuja sin pesar demasiado. Estás ante un acontecimiento. No es como esos episodios que te echas de un tirón tirado en la cama con la tableta, ese maratón que alimenta tus vicios.

La fortuna aumenta cuando alguna película añosa se cuela en cartelera y se multiplica el efecto de viaje en el tiempo. Como aquella noche en que presenciamos a Olivia Newton-John resucitar en un cine cualquiera. Los movimientos imperfectos de la cámara mientras ella entonaba «Hopelessly Devoted To You» nos transportaban. Estábamos con ella, en un jardín de pasto recién cortado en Los Ángeles. Eso parecía.

Más de una aflicción se cura yendo al cine. Olvida lo horrendo que es todo allá afuera, en donde no encuentras a Sophia Loren ni a Marlon Brando. Maldice la vida que te aleja de las películas. Y vuelve a ellas. Pese a lo infumable de otra épica de superhéroes y secuelas con carteles chillantes (una producción de más de cien millones ya me da desconfianza), recuerda que ante el embate de las desgracias tienes un refugio en ellas. Un escape de las responsabilidades y un respiro incluso respecto a tu propio hogar. Hay que ir al cine todavía.

 

Contacto:

Twitter: @Bigmaud

Correo: [email protected]

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Opinión